Uno de los dos paramédicos que inyectaron a un joven afroamericano con ketamina mientras era estrangulado por la policía de Colorado, Estados Unidos, fue sentenciado a una pena mixta entre un centro de detención y libertad condicional este viernes, en el capítulo final de uno de los casos bandera del movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan).

Jeremy Cooper había sido procesado por homicidio por negligencia criminal por la muerte de Elijah McClain, un joven de 23 años desarmado que murió días después de un forcejeo con la policía en Colorado.

McClain sufrió un paro cardíaco en la ambulancia luego de su arresto.

En un tribunal en Colorado, este viernes, Cooper, de 49 años, recibió una pena de 14 meses en un centro de detención con derecho a salidas diurnas para trabajar, seguido de cuatro años de libertad condicional, informaron medios de comunicación locales.

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Su colega Peter Cichuniec, culpado por homicidio por negligencia criminal y administración ilegal de medicamentos, fue condenado a cinco años de cárcel el mes pasado.

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La tragedia

El episodio ocurrió en agosto de 2019, cuando la policía de la ciudad de Aurora respondió al llamado de un hombre negro "sospechoso" que "actuaba extraño" en la calle y llevaba un pasamontañas.

La familia del joven afirmó que había salido a comprar té helado y que frecuentemente usaba la máscara para mantenerse abrigado porque sufría de anemia.

Un oficial dijo que McClain, quien estaba desarmado, había intentado agarrar el arma de otro agente, pero no presentaron pruebas para sustentar esa afirmación.

Mientras los policías lo sujetaban, Cichuniec y su colega Jeremy Cooper le inyectaron ketamina para sedarlo.

Argumentos de la defensa

Durante el juicio, los abogados de los paramédicos argumentaron que sus clientes solo siguieron el protocolo al administrar una droga aprobada en Colorado para gente en un "estado agitado".

Los fiscales respondieron que ellos ignoraron su entrenamiento para trabajar con pacientes angustiados.

La muerte de McClain ocurrió meses antes del asesinato en Minneapolis en mayo de 2020 de George Floyd, otro hombre negro; pero atrajo mayor atención a medida que aumentaban las protestas contra la brutalidad policial hacia las minorías, especialmente afroestadounidenses.

Una campaña respaldada por celebridades derivó en una investigación especial en la que tres policías fueron acusados, junto con los dos paramédicos.

Dos de los policías fueron liberados de culpa, mientras que el tercero fue encarcelado en enero bajo una pena de 14 meses.

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