El recien pasado 25 de Febrero, celebramos con Juan Alberto, mi esposo, 25 años de matrimonio,  un poco más de la mitad de mi vida, compartida, un dia a la vez, en valles y en picos, en tiempos felices y en tiempos de dolor, cumpliendo los votos que nos prometimos en el altar

25 años atrás iniciamos el más hermoso emprendimiento, construir una familia, la que ya venia nutrida, con amor, con dos hijos  Josue y Moises que junto a Juan pasaban a ser mi hogar, y que al igual que sus hermanos Daniel Isaac, Andrés Elias y Sara Marcela, que nacieron unos años despues compartirian nuestra historia.

Por supuesto ante esta celebración estamos llenos de alegría y gratitud; y al compartirlo con amigos y familia, no falta el comentario que seguramente ya paso también por tu mente, “en estos tiempos ya es una rareza  llegar a las bodas de plata”.

La familia. Foto referencial Pixabay.

Pues precisamente por eso he querido escribir sobre el valor de la familia y compartir 5 consejos del aprendizaje de estos años:  

  1. Reconoce el valor prioritario de la familia tanto para los individuos como  para las sociedades; la mayor fuente de salud, de firmeza, de crecimiento y de éxito es la familia.  No hay alternativa filosófica, política o ideológica, no hay moda, ni tendencia que pueda hacer tanto bien a una persona, a una sociedad y a un país como las familia comprometida con el cuidado, el amor y el desarrollo de sus integrantes.

La modernidad parece señalar en otra dirección, la tecnólogia podria atentar con sustituir los espacios y los tiempos, los estilos de vida liberales que idealizan el hedonismo pueden ser una fantasia atractiva, pero ninguno tiene la capacidad de sustituir, ni compensar lo que la familia significa y aporta al ser humano.

Por eso te llamo a reflexionar, qué valor le das a esas personas que forman tu grupo familiar, de sangre o filial; padres, hermanos, esposa, esposo,hijos,  tios, abuelos, sobrinos. Ellos deben estar en los primeros lugares de tu escala de prioridades.

Foto referencial: Pixabay.
  • Da amor sin condicionar  el verdadero amor, no tiene condición y la biblia lo explica mejor de lo que podría explicarlo yo, por eso te comparto esta porción que se encuentra en 1ra de Corintios 13 (version DHH): “Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso,  ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor;  es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.  El amor jamás dejará de existir.” 

Ya se que estaras pensando que esa es una descripción inalcansable, que amar asi parece divino y en ésto último tienes razón el amor es Divino, Dios nos lo a regalado por su Gracia, y nos ha dado la capacidad de amar así, solo mira a una madre cargando a su bebe recien nacido, o a dos ancianos sosteniendose de la mano despues de haber compartido su vida entera.

Amar es una decision que debes tomar cada dia para con tu familia, sin condición.

  • Invierte  tus más valiosos recursos: mantener una familia requiere que invirtamos aquello que es de más valor, pero que no se puede comprar con dinero:  nuestro tiempo, nuestras risas, nuestras lagrimas, nuestra fuerza, nuestra pasciencia, nuestra inteligencia y nuestra atención, asegurate de que la mejor parte de cada uno de estos recursos la dedicas a tu familia;  y lee con cuidado, estoy refiriendome a “LO MEJOR”

Claro que en tu vida existen otras personas que juegan roles importantes, ya otras veces he escrito sobre la amistad, los maestros de vida, y lo compañeros, personas que son valiosas y con quienes viviras experiencias magnificas,  ellos tambien merecen recibir todo lo bueno de tu parte, pero lo mejor reservalo para tu familia.

  • Ten conversaciones de valor con ellos y de ellos siempre que puedas.  Repasa las ultimas conversaciones que han sostenido con tu madre, o tu hijo o tu pareja, ¿de qué se trataban? ¿Fue un reclamo, un reproche, o más bien compartias un secreto, dabas un elogio o agradecias algo,?

Cuida y ocupate que frecuentemente tengas conversaciones de valor, donde estes elogiando, diciendo “te amo”,  “gracias”, “me gusta esto de ti”,  conversaciones en las que escuchas con atención, conversaciones en las que sonrien o incluso en las que lloran y se consuelan.

Y un consejo valioso que aprendí de mis mentores espirituales, cuida de hablar bien de tu familia cada vez que puedas, selecciona con cuidado lo que dices de esas personas amadas, a tus amigos y conocidos, no caigas en la tentación de quejarte de ellos, o exponer sus debilidades, ¡¡eso de nada te servirá!!

Más bien comparte sus virtudes, sus talentos, sus cualidades, al hablar con otros de tu familia diles cuanto los amas, lo agradecido que te sientes por que forman parte de tu vida, de esta forma todos sabrán que tu familia es tu prioridad y fortalecerás su valía y su unión.

  • Acepta y promueve el desarrollo natural  y saludable de las relaciones: Dependencia – independencia – interdependencia.

Cuando un bebé nace, es completamente dependiente de sus padres y cuidadores, necesitan que lo alimenten, que lo cuiden, que lo vistan, y continuará dependiendo hasta crecer y convertirse en un adolescente, entonces reclamará su independencia y querrá ser libre para decidir, para ir y venir, éste reclamo si bien es un poco prematuro, terminará siendo valido cuando lleguen a ser  jóvenes, y debemos darles y respetar esa libertad, pero unos años más adelante, con la madurez, vendrá la interdependencia, cuando ya no nos necesitan a su lado, pero nos quieren alli, compartiendo su boda, sus experiencias como nuevos padres, pidiendo consejos para sobrellevar un reto laboral, esa es la interdependencia.

Foto referencial Pixabay.

Así pasa también en la relación de pareja, en el noviazgo y al calor del enamoramiento dependemos del otro para estar felices, para disfrutar, después de los primeros años de matrimonio, es posible que ansíes recuperar la independencia, busques tu espacio y desees alcanzar sueños que parecen solo de uno, es aquí cuando muchas parejas sucumben!, pero si tienes la capacidad de superar esa etapa, llegaras a la madurez de no depender, pero elegir la interdependencia, ese deseo y compromiso de compartir la vida, los momentos, los éxitos y los fracasos juntos, ayudándonos, amándonos.

Entender y aceptar que ese es el desarrollo saludable de las relaciones es maravilloso, pues te permite respetar y disfrutar cada etapa, sin temor.

Si has estado alejado de tu familia, retorna a ellos, si has estado pensando que no vale la pena el esfuerzo, piensalo de nuevo! Si necesitas revisar tus acciones y tus palabras, comienza a hacerlo ya! Tienes un tesoro llamado familia, no lo pierdas!!!

Y si eres un jóven visionario, ambicioso, valiente que quiere cambiar el mundo y cambiar los sistemas fallidos, te cuento un secreto valioso, la forma más poderosa y efectiva de cambiar la sociedad para mejorar es cuidando de tu familia.

Además: ¡¡Trabajar en buscar trabajo!!