La muerte algún día va a parar y se va a echar a llorar sobre las pilas de cadáveres, no soportará los ojos de ver tanta calamidad administrativa en la salud de este pueblo. 

Es tanta la “medicicracia”, que hasta los ministros se pelearán, a ver quién gana el primer lugar de su inoperancia. Pelean las vacunas que no hay, y desprecian a los muertos que abundan.

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