El sol apenas y le da la cara a Tegucigalpa cuando todo comienza a tomar ritmo. Unos corren en sus autos, otros de arriba a abajo en ascensores y otros simplemente tratan de cruzar la vida.
De hecho, en la vida siempre necesitamos de alguien que nos ayude a cruzar de un lado a otro, porque si bien se dice que no todos somos imprescindibles, en algún punto de la carrera, el menos pensando es el más necesario.
Allí entra en juego María del Rosario Navarro Valladares. Agente vial de la alcaldía del Distrito Central. Cada mañana se para en el punto entre Hondutel Loma Linda y Emisoras Unidas, a ayudar a cruzar a miles de personas que buscan llegar hasta la zona del Bulevar Suyapa y Las Lomas.
Para muchos, que quizá hasta hoy que leen estas líneas y ven mis fotos, siempre pasó desapercibida, pero gracias a su excelente labor, muchas vidas se conservan y llegan a tiempo a sus destinos.
Es el juego de la vida
Al pasar, muchos al menos sonríen, otros simplemente ignoran. Otros de cuando en cuando pronuncian un "por favor y gracias".
Cuando las personas llegan a los pasos de cebra o cruces peatonales, el partido llega al minuto 90. La vida de muchos se pone en juego. Un error puede ser fatal.
María calcula la distancia y detiene los vehículos, estos deben ser cautelosos para que los que vienen atrás no colisionen.
Solo hay segundos para que entonces la estampida comience y los motores vuelvan a revolucionar. Y así, el día siga avanzando.
Lo único que María pide en sus labores, es más colaboración de los ciudadanos, de los conductores y por ende de las autoridades municipales nombrando más agentes de control de tránsito en esa zona y la ciudad.
Hoy es buen día para reconocer su labor. Es un buen día para decirle gracias. Hoy es un buen día para reconocer que los héroes no llevan capa, pero si una historia que los marca.
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