Recientemente pasó por salas de cine nacional la película dirigida por Isis Vásquez y Abraham Espinoza, a la que le deseamos un largo y próspero camino en plataformas digitales y en salas de cine fuera de nuestras fronteras. Es una película que todo hondureño y hondureña deberíamos ver, pues además de tocar un tema importantísimo, sensible y bello lo hace con toques de humor y con un elenco variado de actores y actrices.

A continuación formularé una serie de consideraciones, producto de un análisis post-visionado de la película, siempre con la intención que estas palabras generen diálogos que contribuyan al mejor entendimiento de nuestro cine y en consecuencia a su mayor crecimiento.

El título de este artículo subraya la necesidad de seguir haciendo comedia y que cada vez más nos exijamos subir ese listón de calidad. Decidí comenzar estas valoraciones con el tema del género cinematográfico, pues las promocionales, por parte de sus productores que invitaban a ver esta película en salas de cine, la declaraban: “la película más divertida del año” “la comedia del año” y pensándolo detenidamente no está lejos de la realidad, este año 20-21 con todas sus complicaciones, no ha dejado producir ni exhibir mucho cine nacional y conociendo un poco lo que viene ya pautado para salir este año a nuestros cines, sí podríamos confirmar, que este slogan promocional es certero…

Ésta se proyecta como  la comedia más divertida del cine nacional este año. Pero eso conlleva cierta preocupación, pues ¿Dónde está la cigüeña?, no es, desde mi punto de vista, una gran o muy lograda comedia, y eso nos debe hacer reflexionar para que todos aportemos por no dejar caer este género cinematográfico en nuestra producción y que podamos aportar cada uno desde su especialidad en que la calidad del cine de humor en Honduras sea siempre innovador y un espectáculo deseable de disfrutar en salas de cine.

Considero que uno de los problemas principales por los que la comedia no funciona en toda su cabalidad en esta película, es que, por un lado, recurre al humor referencial que basa sus gags en situaciones y líneas de diálogos ya bastante conocidos en otras películas, programas de TV o momentos chuscos generados en las redes sociales, que por ello, se vuelven virales a tal extremo, que rápidamente dejan de ser divertidos. Por otra parte reutiliza la misma estrategia que “De lo que sea”, película que precede a esta producción y que si bien, comprendemos que es una autoreferencia, como también se agradece que haya muchas referencias al cine en general, en este caso abusa mucho de la estructura de aquella película, y se siente un poco alargada y repetitiva para los que ya vimos esta producción que nos  sorprendió muy gratamente en el año 2015.

Ahondando un poco en la construcción narrativa de la película, es un gran acierto del guión que nos presenten a cuatro parejas de protagonistas con características muy diferentes entre sí, esto ayuda a seguir la trama sin esfuerzo por parte del espectador y se pueda disfrutar también de las actuaciones individuales de los participantes hombres  y mujeres.

El siguiente análisis, estará centrado más en la construcción de los personajes y su trabajo en conjunto para desarrollar la trama, pues considero que, si bien, la película está bien hecha, no sobresale por sus aspectos técnicos (fotografía, sonido, arte, etc), se podría, si se hace un análisis exhaustivo técnico, encontrar varios problemitas en edición, sonido y fotografía y se deberá mencionar la muy baja calidad del recurso de la animación 2D que realmente no le aporta mayor virtud a la película, sino en su defecto, nos distrae innecesariamente en algunos tramos de ella. Por otro lado, un problema que sigue acarreando nuestro cine en general y que se evidencia en esta película en particular, es el poco-sutil manejo de la publicidad patrocinadora, que más se acercan a anuncios comerciales en medio de una transmisión televisiva, que parte del patrocinio de una película de cine, valga esta mención para seguir intentando evitar estas incursiones o imposiciones publicitarias tan abruptas y tan evidentes que llegan hasta desconcentrar de la trama e interviene en el fluir narrativo de la obra.  

Volviendo a la construcción de los personajes, es una película muy difícil de dirigir pues tiene una gama muy variada de personas y situaciones que todo el conjunto saca adelante muy bien, con el aporte de cada uno, las actuaciones son correctas, no sobresalientes pero si consistentes en todo el metraje, destaca siempre, como en todas sus intervenciones en el cine nacional, el trabajo de Eduardo Bähr; así mismo, en particular agradecer la naturalidad y la facilidad para la comedia de Juan Carlos Ortiz y Juan Carlos Pineda que mantenían ese toque fresco que ayudaba al mejor funcionamiento del elenco en todo momento, también hacer una mención y felicitación especial al trabajo actoral dramático de David Fortín en su roll de extranjero (colombiano) viviendo en Honduras, que lo hace francamente bien en términos de trabajo gestual y emotivo, sin embargo, y esto se puede ver que está fuera de su alcance, sus diálogos restan calidad a su interpretación, pero para mí es mas un fallo de guión que de actuación,  la mayoría de sus líneas de diálogo están exageradas con términos y palabras “cliché” del idioma colombiano, innecesarias, pues Fortín en sí, ya lograba el acento, que dicho sea de paso, es muy difícil para un actor lograr este tipo de exigencias, con todo esto, se puede ver el gran esfuerzo puesto por los participantes. En el caso de las actrices principales, su trabajo está bien logrado en términos generales y sorteando también al igual que sus compañeros varones, varias exigencias actorales de manera notable, logran sacar adelante correctamente sus personajes.  

La música y la musicalización de la película me parecieron de lo más notable  también para la narrativa, las canciones serán importantes piezas que acompañarán la película en su evolución de manera sutil y muy emotiva, destacar las canciones originales “Quererte bonito” y el tema principal “Contador de estrellas”.  

Como mencioné anteriormente, la estructura de esta película se vuelve muy similar al recurso del film “De lo que sea”, esto hace que en medio de todo el metraje, el ritmo se vuelva repetitivo y un poco lento, esto no ayuda en el tramo final donde encuentro el mayor problema de la narrativa, cuando las resoluciones de todas las subtramas importantes aparecen apresuradas al igual que, lamentablemente, la resolución de la trama principal, que nos golpea abruptamente, sin sorpresa o giro narrativo, sin prepararnos y sin darnos espacio para digerir ese último acto con más naturalidad.

He aquí estas primeras valoraciones sobre la película en espera de un nuevo trabajo audiovisual de FILMESA y de Abraham Espinoza que ya se está posicionando como unos de los productores más serios y comprometidos de nuestro cine nacional.

Además: El cine de Jayro Bustamante (Guatemala), Temblores 2019