El concepto de moda sin género ha entrado recientemente a las pasarelas. En el 2016 la industria de la moda llego a tener una mayor presencia de lo “genderless”, al tener prendas unisex en las nuevas colecciones. Como fue el caso de Gucci y YSL.

Además, los diseñadores emergentes se negaron a dividir las prendas entre hombre y mujer. En la actualidad muchos diseñadores están retando la idea de tener prendas con género.

En realidad, considero que la moda siempre ha cruzado los límites del mismo. Por ejemplo, una “hoddie” no es exclusiva para hombre o mujer, es solo que el comercio le asigna un género.

Camiseta Teho de Liverpool. Foto

Lo mismo pasa con los jeans, las camisetas, las chaquetas, pantalones y mucho más. Hoy en día muchos diseñadores están ofreciendo prendas sin género para aquellos que deciden ignorar esas normas.

Como fue en el caso de las colecciones Spring/Summer’19 con trajes sastres estructurados, bomber jackets y pantalones al tobillo, como la colección de Louis Vuitton. No digamos las colecciones de Gucci, donde Alessandro Michele celebra una estética que va más allá de las diferencias de género.

Las tiendas también buscan ir más allá de las colecciones tradicionales de hombre y mujer, como Selfridges. Una tienda por departamento inglesa que abrió un espacio llamado “Agender” donde las personas pueden ir a comprar prendas neutrales que no estén basadas en un género.

De igual forma ZARA lanzo una colección de ocho prendas sin género, compuesta de camisetas, sudaderas y jeans.

La moda sin género busca poder liberar esas restricciones que existen en la ropa que usamos como: colores, estampados y texturas. Con el fin de darle libertad a los consumidores de expresar su estilo, fomentando la individualidad de las personas.