Si todavía no has visto Spider-Man en salas de cine, aún tienes la oportunidad. No te pierdas esta magnífica película en pantalla grande, como debe ser vista.
Son muchas las cosas que podría decir sobre esta excelente película: es “la película” que Spider-Man se merecía, una caricia al corazón de cada fan que marca un antes y un después en el cine de superhéroes. Una de las mejores películas de acción de la década.
A un mes de su estreno oficial en salas de cine, Spider-Man: No Way Home sigue rompiendo récords, y ha logrado desafiar y vencer a la poca afluencia de espectadores en las salas de cine que provocó la pandemia.
En pocas semanas está en un sitial de honor al que pocas producciones de Marvel ha logrado acceder, quizá solamente Avengers: Infinity War. Las diferencias entre esta y Spider-Man radica en que Avengers fue preparándose a lo largo de 18 películas para llegar a esa apoteosis que contó con un elenco de al menos 25 súper estrellas de la actualidad, incluyendo a Tom Holland.
Es una película con un guion muy flojo y acomodado que ha necesitado de algún mago para resolver cuanto agujero argumental se le presentó, pero que fue convertida, desde antes de su estreno, en un evento cinematográfico sin precedentes. Si se toma en cuenta la pandemia, lo anterior se debe al marketing.
En las últimas décadas, las películas de superhéroes han tenido un repunte sin precedentes en la historia del cine, al extremo de considerarse como la columna vertebral de la industria del cine de entretenimiento, llegando a tocar las puertas de los premios más prestigiosos de la academia sin dejar de ser eso: un producto de entretenimiento que llena salas y ofrece prolongadas temporadas de proyecciones y campañas de mercadeo.
Además de ventas de memorabilia, la cinta sostienen a una industria amenazada por otros productos de entretenimiento que cada vez cobran más fuerza, como las series de televisión para ver en formato casero.
Como evento cinematográfico en nuestro país, No Way Home fue un fenómeno sensacional que desató euforia y recreó tiempos gloriosos de las salas de cine, cuando se hacían largas fila para comprar un boleto anticipado y ser de los primeros en ver un estreno.
La película apela al fanservice del bueno, un elemento de nostalgia con el que conectamos con nuestro pasado. Ello se evidencia en las viñetas, en las series de TV que se han hecho del personaje y en las sagas más recientes protagonizadas por Tobbie Maguire (Spiderman) y Adrew Garfield (Amazing Spiderman).
Gracias a una buena estrategia de marketing que incluía filtraciones que se convertían en rumores, y rumores que se convertían en deseos, se nos sugirió que los actores que habían dado vida al personaje en las últimas producciones podían juntarse en esta película.
Verlos interactuando a los tres en situaciones graciosas, resolviendo cuestiones que nos han perturbado a los fanáticos durante todos estos años, es de lo más enternecedor de la película. Un ejemplo es cuando discuten sobre quién es el mejor Spider-Man y Andrew Garfield dice: “Yo soy el peor”. Ante ello, Tobbie Maguire replica: “Pero tú eres el sorprendente Hombre Araña…repítelo: yo soy el sorprendente Hombre Araña…”. Así, la añoranza es una de las claves de su éxito.
Diciembre del 2021 nos dejó con el estreno de esta reciente película del carismático personaje trepamuros, algo que los fanáticos estábamos pidiendo hace mucho tiempo; una apuesta cinematográfica que no se centrara sólo en el personaje per se, sino en la persona de Peter Parker.
Tengo que decir que Tom Holland ha demostrado ser no sólo un buen actor de cine de acción, sino un potencial enorme para la actuación dramática. También quiero dar crédito al director, Jon Watts, porque a pesar de saber que él no tiene el control creativo total de esta abrumadora película, logra darnos una narrativa fácil de seguir a pesar de una trama compleja y muchas veces sin sentido, brindado
bellas escenas de acción y una inmaculada dirección de actores. Ya se anuncia que este director dirigirá la película reboot de Los cuatro fantásticos.
La industria del cine aún tiene esperanzas, solo tiene que seguir haciendo muy buenas apuestas como Spider-Man: No Way Home.
