La comunicación interna de las empresas, tanto la vertical como la horizontal debe estar en constante revisión para conocer si está siendo efectiva.

Debe ser variada pues no todos los mensajes deben comunicarse de la misma forma. Y debe ser primordial porque al final, lo mal comunicado es mal percibido y esto impacta directamente en el desempeño de cada colaborador.

No puede ser estática, igual, única y escrita en piedra. Depende del mensaje a transmitir, a quienes se lo transmites, el momento, etc. 

Una empresa con excelente comunicación interna, constante, bien pensada para cada situación, momento, y hasta cultura, es una empresa que garantiza mayor productividad y eficiencia laboral.

Los colaboradores bien informados se empoderan, se sienten más comprometidos y crecen personal y profesionalmente en su trabajo, y esto forma parte del importantísimo salario emocional. 

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