Un penalti marcado por el argentino Gonzalo Montiel, con suspense al tener que repetirlo, fue el definitivo para que el Sevilla se impusiera al Roma.
El partido tuvo que definirse con lanzamientos de penales después de que en la prórroga no se moviera el empate a uno con el que acabó los primeros noventa minutos reglamentarios.
El argentino Paulo Dybala adelantó a los italianos en la primera parte (34) y el defensa Gianluca Mancini anotó en contra (55) el tanto del empate, que ya no se movería en lo que quedaba de partido.
El título se decidió en los penales a favor del Sevilla, después de los fallos de Mancini e Ibáñez por parte de la Roma.