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Con la adopción de un perro o el rescate de uno que se encontró en la calle, para darle un hogar, es necesario saber la edad que este tiene, para poder brindar los cuidados más adecuados con respecto a su ciclo de vida.
Esto, porque los cachorros tienen un cuidado diferente con respecto a un perro de media edad o avanzada. No es fácil predecir un año específico, pero sí existen algunos consejos sencillos, que brindan veterinarios a través de portales de salud canina.
Dentro de la importancia de conocer la edad de los animales es también para aportarle la alimentación adecuada.
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En primer lugar, los veterinarios se fijan en la dentadura, para definir la edad del perro, pues es una técnica efectiva.
Si el perro es un cachorro, aún no tiene dientes en sus encías, entonces significa que anda entre uno a quince días de nacido, pues está en proceso de formación.
Colmillos
Desde los quince días al mes de vida, los cachorros desarrollan los incisivos y los colmillos. Los incisivos son los pequeños dientes que se forman entre los colmillos superiores e inferiores.
Si el cachorro solo tiene estos dientes, sabemos que su edad no supera el mes de vida, citan expertos.
Luego, del primer mes de vida al tercero, se desarrollan todos los dientes de leche, que se caracterizan por ser finos y débiles, pues no tiene raíz.
Se les dice dientes de aguja, pues por su fineza pueden clavarse en las manos, mientras se juega con ellos.
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De los tres a ocho meses, comenzará la mudanza de estos y se sustituirán por dientes definitivos, más recios, grandes, duros y el color será más brillantes.
Asimismo, de los ocho a doce meses, el perro habrá hecho el tránsito completo de los dientes, portando una dentadura perfecta
La etapa del perro adulto es un poco más compleja, pero se pue[1]de con una prueba de sus dientes y demás aspectos físicos del perro. Los que tienen de uno a tres años, muestran dentadura perfecta, con leve desgaste en sus incisivos.
Desgaste
A los tres años, hasta los seis, se muestra un desgaste más notorio, adquiriendo una forma más redondeada y menos afilada, aunque no significa que sean débiles.
Finalmente, luego de los seis años, habrá un desgaste general, perdiendo algunas piezas dentales, tal como sucede con los seres humanos mayores, o mostrando sarro en el perro, si está siendo alimentado solo con croquetas; por otra parte, manchas en la nariz y signos evidentes de vejez.
Otros signos que pueden ayudar, son la aparición de canas, el brillo reducido del cabello, la falta de energía al correr, aparición de enfermedades y la tranquilidad que puede transmitir, en lugar de la hiperactividad en sus años de juventud.
