Dos adolescentes migrantes hondureñas denunciaron que guardias de un albergue para menores de la Patrulla Fronteriza de Texas, frontera de Estados Unidos con México, las ponían a competir por comida junto a otros menores.

Las hondureñas identificadas con los apellidos de Sánchez Villalobos interpusieron la querella el lunes (11.10.2021), a pesar que el hecho sucedió en 2019 cuando migraron para reunirse con su madre en Minessota, al noreste de Estados Unidos, según diversos medios, entre ellos La República.

En junio de ese año las jóvenes que en ese momento tenían 14 y 16 años de edad fueron detenidas por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CPB). Y según revelaron fueron víctimas y testigos de las agresiones que se dan con frecuencia, de acuerdo con lo denunciado, en algunos albergues para menores detenidos.

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"La sensación es terrible... los niños lloran, se desmayan. Allí sucedieron todo tipo de atrocidades", relató Kerlin Sánchez Villalobos.

Además, comentó que los guardias de seguridad ponían a los niños más grandes a consolar a los de menor edad que lloraban por estar separados de sus padres.

"Nosotros los niños mayores solo intentábamos consolarlos y hablar con ellos (los más pequeños)", agregó.

Las hermanas fueron llevadas a un lugar llamado "congeladores" debido al frío que hacía en la zona del centro de detención de Clint, Texas. Después les daban una sábana y posteriormente fueron trasladadas a un edificio en el que permanecieron en jaulas durante nueve días.

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A la izquierda de la imagen Kerlin Sánchez Villalobos, a la derecha su hermana de 16 años de edad. La madre de la jóvenes hondureñas en el centro. Foto: ACLU Minnesota. / La República.

Los niños competían por comida

Según las adolescentes, los menores de edad pasaban con hambre frecuentemente; en el lugar en donde estaban solo les daban avena fría como desayuno, fideos para almorzar, galleta o pudín como bocadillo y en la cena un burrito.

Por su parte, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), los policías se burlaban de los niños.

"Los agentes se burlaban de los niños haciéndolos competir por los restos de comida. Los niños que perdieron estos juegos crueles se alejaron todavía con hambre", informó ACLU.

Víctimas de agresiones

Kerlin Sánchez fue pateada dos veces por un guardia mientras comía en el suelo y asegura que aunque ya pasaron dos años del hecho aún le duele un tobillo y un pie. En ocasiones utiliza una bota para caminar, aseguró.

Las hermanas hondureñas fueron testigos de alojamiento de niños en jaulas, exigencias para que compitieran por la comida. También víctimas de agresiones físicas y poca distribución de comida y agua para los infantes.

Kerlin estuvo en el albergue para menores durante 20 días, mientras que su hermana 29. Posteriormente fueron enviadas por el gobierno federal a la casa de su mamá en Minnesota.

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