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La candidata presidencial del partido Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, encabeza los resultados preliminares de las elecciones generales de Honduras porque existió un voto de castigo contra Partido Nacional, que gobierna desde 2010, debido a múltiples denuncias casos de corrupción, según analistas.
"La corrupción pasa la cuenta, le pasa la cuenta a los partidos políticos que la promueven, pero también le pasa cuenta a los partidos políticos que dicen que pelean contra la corrupción y no lo hacen", expresó el analista hondureño Josué Murillo en entrevista con tunota.com
También dijo que "el discurso del proceso electoral del Partido Nacional y todos los actos de alta corrupción que ha promovido, provocó que se despertara un gigante que era todo ese cúmulo de votantes del abstencionismo".
Los hondureños que se habían abstenido de votar "se levantaron, dejaron su zona de confort y fueron a ejercer el sufragio para dar un voto de castigo, más que a favor de Libre, a favor de la alianza y, más que a favor de la alianza, en contra del oficialismo", sostuvo Murillo.
No más continuismo
El mismo criterio lo comparte el también analista y exfiscal general de Honduras, Edmundo Orellana, respecto al voto de castigo por corrupción.
"La gran victoria se la lleva el pueblo hondureño, que fue masivamente a votar y repudió el régimen actual porque lo que hizo en 12 años de gobierno fue un daño sistemático a los hondureños, y no hay nada rescatable como para poder establecer una línea de continuidad", expresó Orellana a tunota.com
Escándalos de corrupción
Múltiples escándalos de corrupción han sacudido las tres últimas administraciones gubernamentales del Partido Nacional.
Por ejemplo, el expresidente Porfirio Lobo Sosa gobernó de 2010 a 2014 y en ese periodo ocurrió el desfalco de unos 6,300 millones al Instituto Hondureño de Seguridad Social y el desvió unos 282 millones de lempiras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería por medio de organizaciones no gubernamentales, entre otros.
Mientras, el presidente Juan Orlando Hernández, que dirigió el país en el periodo de 2014 a 2018 y cumple un segundo mandado de 2018 a 2022, también ha estado en el centro de críticas por supuestos actos irregulares propios y de algunos de sus funcionarios.
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Entre los hechos de supuesta corrupción más sonados en la administración Hernández se encuentra la aparente compra sobrevalorada, en 2020, de siete hospitales móviles para atención de pacientes con covid-19.
Los sanatorios fueron adquiridos por Inversión Estratégica de Honduras por unos 1,200 millones de lempiras, pero, de acuerdo al Ministerio Púbico, el Estado perdió unos 800 millones de lempiras por sobrecosto.
De igual manera, ninguno de los sanatorios reunía las condiciones técnicos para recibir afectados por el coronavirus, de acuerdo al ente acusador.
Estos escándalos de corrupción hacen, según el analista Josué Murillo, que con la derrota del nacionalismo "estén pagando los pecados del pasado, un pasado reciente que el pueblo no olvida y no puede perdonar".
Señalamientos contra el presidente Hernández
Contra el Presidente también pesan señalamientos por, supuestamente, haber colaborado con bandas de narcotraficantes para introducir cocaína a Estados Unidos, según algunos testimonios que brindaron excapos en juicios en La Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Mayores críticas sobre ese punto se formularon contra el gobernante, luego que , en marzo de 2020, esa judicatura condenara a su hermano, el exdiputado Juan Antonio "Tony" a cadena perpetua más 30 años de prisión por delitos relacionados a la narcoactividad.
Durante ese juicio, la Fiscalía señaló que el mandatario fue un co-conspirador del narcotráfico, porque, entre otras cosas, habría hecho un pacto con la banda hondureña de Los Cachiros para traficar miles de kilos de cocaína en Estados Unidos.
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Hernández, que dejará el poder el 27 de enero de 2022, desmintió en su momento tales aseveraciones porque aseguró que “se basan en testimonios falsos de narcos cuyas mentiras son para vengarse, reducir sus penas y recibir otros beneficios”.
"Voto de hastío"
Para el analista en gobernabilidad y transparencia, Omar García, estos cuestionamientos hicieron que, más que un voto de castigo para el Partido Nacional, se manifestara un "es un voto de hastío" durante los comicios.
"La primera señal (de que habría voto de hastío) para el Partido Nacional era darse cuenta que llevaban 12 años en el poder y no se tuvo cuidado en cuanto ello (desgate); la segunda señal era el mensaje del abstencionismo de un 47 por ciento en las elecciones primarias (de 2017); y en tercer lugar se confiaron de la asesoría externa que los hizo ver solo lo que se hace afuera".
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Xiomara Castro sigue a la cabeza
Xiomara Castro sigue encabezando los resultados preliminares de las elecciones generales del domingo 28 de noviembre sobre el candidato Nasry Asfura, del Partido Nacional.
Según el último informe registrado el lunes (29.11.2011) por el Consejo Nacional Electoral (CNE), Castro suma 961,694 votos (53.61 por ciento), contra 607,492 (33.87 por ciento) de Asfura.
Este cómputo es el resultado de la transmisión de 9,411 actas, un 51.45 por ciento de un total de 18,293.
5.1 millones de hondureños estaban aptos para ejercer el sufragio en las elecciones generales, de los que 3.2 millones acudieron a las urnas (68.09 por ciento), según el CNE.
