A diario, miles de personas fallecen en el mundo, dejando familias tristes por la pérdida irreparable de sus seres queridos. Con la llegada del Covid, la muerte se convirtió en una situación más común, y la forma abrupta y dolorosa en la que ocurre no permite asimilar de la mejor forma.

Cuando se pierde un ser querido, automáticamente el cuerpo y la mente atraviesan cambios que de forma paulatina deben volver a una normalidad y aceptar una realidad. Para comprender mejor lo que ocurre con el duelo, la psicóloga Paola Ávila habló con tunota y dio algunos consejos que pueden contribuir para sobrellevar el luto de una forma natural y en el tiempo estimado.

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El duelo no solo es la muerte, sino que es la interrupción definitiva de algo que conlleva ciertas fases que deben irse superando, señaló Ávila. “Se experimenta el sufrimiento, el dolor que se manifiesta de forma física, mental, social o emocional por ese ser querido”, indicó.

Ciclo biológico

La psicóloga explicó que se sabe que la muerte es algo que todos en algún momento de la vida lo experimentarán, pues es el cierre del ciclo biológico, pero, a pesar de ello “no estamos preparados o resignados". Por esa razón siempre se entra en la etapa de negación, es como una rebeldía psicológica y no se permite vivir lo real.

“La ausencia de ese ser querido es similar al proceso de cuando se quiere dejar un mal hábito, aparece la depresión, inseguridad, y se quiere recuperar lo perdido”.

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Si el proceso no se ha concluido y se cree que es imposible asimilarlo por sí solo, es tiempo de buscar ayuda. “Es necesario hablar lo que siente, y como profesionales podremos ayudarle, no es fácil, pero podrá sobrellevarlo. El duelo también es como una herida, abierta y profunda, pero con los cuidados necesarios a su tiempo logrará cicatrizar”, finalizó la experta.

Es un proceso que tiene un tiempo estimado de seis meses, dijo la experta, para completar sus etapas, que incluyen:

-Negación: centrarse en que no se acepta la realidad de que esa persona ya no está, amortigua el golpe de la ausencia.

-Ira: la rabia y el resentimiento se presentan y son frutos de la frustración, pues no se puede hacer algo para revertir la situación.

-Negociación: se intentar ver la muerte como algo inevitable y se cree tener el control de la situación.

 -Depresión: es diferente al trastorno mental, pero con síntomas similares. Se vuelve a un presente diferente al que se había logrado imaginar con la negociación.

 -Aceptación: se aprende a vivir con la ausencia y los recuerdos. Se acepta la muerte y el dolor poco a poco se va extinguiendo.