Witchtok es el hashtag o etiqueta con la que contenidos de brujería se está apoderando de TikTok, sin embargo, varios expertos recomiendan tener cuidado con los engaños.

¿Qué viene a la cabeza al escuchar o leer la palabra “Bruja”?.

A muchos, tal vez, la clásica imagen de una anciana de nariz ganchuda y verrugosa con sombrero de pico volando sobre una escoba o, alguna mujer empoderada y señalada por ello. Para otros, una zíngara con bola de cristal y cartas del tarot.

Sin embargo, en la era digital, una bruja puede ser… Cualquiera de los que le rodean. Personas de carne y hueso, con todo tipo de vidas y formas de ser, para quienes la magia no solo existe, sino que es uno de sus pilares fundamentales.

En la era digital, una bruja puede ser cualquiera. Personas de carne y hueso, con todo tipo de vidas y formas de ser, para quienes la magia no solo existe, sino que es uno de sus pilares fundamentales. EFE/EPA/KIM LUDBROOK

Magia en forma de hashtag

Porque, si tradicionalmente la brujería se llevaba a cabo muchas veces en el ámbito privado, antaño por ser perseguida y después por ser ridiculizada o cuestionada; en internet se manifiesta de manera pública.

Y lo hace con notoria acogida: en Tiktok, la red más popular para los amantes del ocultismo y la espiritualidad, la comunidad mágica utiliza el hashtag “Witchtok” (de “Witch”, que significa “bruja” en inglés; y “tok”, de “Tiktok”), y la etiqueta ya ha superado los 26,800 millones de visualizaciones.

Así es: las brujas existen, utilizan las redes sociales y Efe ha entrevistado a una de ellas para averiguar cómo es ese auge de la brujería digital. Ella es Nerea Luna, una “tiktoker” con casi 50,000 seguidores conocida por su nick de “@AuraDeCristal87”.

Nerea Luna, una bruja "tiktoker" entrevistada por EFE. Foto cedida.

Para ella es fácil explicar a qué se debe este auge: “el factor pandemia ha tenido un efecto similar al que tuvo la Segunda Guerra Mundial para los hippies: un trauma colectivo que hizo a mucha gente mirar hacia dentro y buscar respuestas”, explica.

Así, “mucha gente era la primera vez que se cuestionaba a sí misma y tenía respuestas a un click o deslizamiento de dedo”, explica.

Y, efectivamente, cualquiera tiene a su alcance un vídeo corto tras otro en la aplicación: limpiezas energéticas, lecturas de tarot, hechizos para atraer la suerte en el trabajo o el amor, mitología… “Es realmente difícil diferenciar el grano de la paja”, dice Nerea.

Cuidado con los engaños

Sin embargo, “esta llamada espiritual bajo el trauma los ha hecho vulnerables ante tácticas coercitivas”, advierte, ya que “con la popularidad de estos temas, la gente inventa cosas con facilidad para viralizarse: en el mejor de los casos son inocuas, pero en otras tienen riesgos a nivel psicológico sobre todo para quien las pone en práctica”.

Y es que lo que caracteriza a Luna, y la diferencia de otros brujos de Tiktok, es su brutal honestidad y como busca evitar que todos esos usuarios que se ven seducidos por el “witchtok” no caigan en manos de sectarios o estafadores. En sus propias palabras: “trato de traer un poco de información entre tanta desinformación”.

Adoptar esta postura no le ha salido gratis: “advertir sobre esto me ha llevado a tener enemigos entre gente con muchos seguidores y poca ética”, confiesa, y relata: “me han llegado a amenazar con denunciarme por desmentirlos, orquestar ataques para tumbar mis cuentas o filtrar mis datos personales”.

Y, efectivamente, es fácil encontrar en su perfil de Tiktok los vídeos en los que responde a otros “influencers” de la magia señalando las contradicciones y peligros que ella percibe en sus discursos.

Por eso, aunque a ella no le gusta que se generalice con toda la brujería y se meta a todos en el mismo saco, lo tiene claro: “hay mucho vendehumos que usan el # Witchtok y hay que tener cuidado con ellos. Es fácil cruzártelos en el camino espiritual y, si no tienes bases, te la van a colar”.

Bases más allá de internet

Ella, además de desmentir los bulos mágicos, y de todo el contenido divulgativo sobre paganismo y espiritualidad, también ofrece en su Patreon “Moon’s Roots” contenido exclusivo para aquellos que quieren aprender a trazar su propio camino espiritual.

Por eso, por ejemplo, Nerea Luna no acepta en sus consultas de tarot preguntas sobre temas de salud, recomendando a estos clientes que, en su lugar, acudan a un médico. Del mismo modo que, si es necesario, les aconseja asistir a terapia con un profesional de salud mental cuando les ve vulnerables a los vendehúmos.

En lo relativo a “witchtok”, pone un ejemplo explicando que “en las redes tienes a los ‘pintarrunas’ que te dicen que vas a solucionarlo todo con pintarte una runa con boli en tu brazo…, pero eso es casi lo más inofensivo”.

Sin embargo, “cosas como la ley de la atracción son un remix de técnicas de marketing disfrazadas por la espiritualidad. Hay cosas como los cursos de milagros, que son de las manipulaciones psíquicas más nocivas en este mundillo”.

Por todas estas razones, Aura tiene claro el consejo que darle a quienes quieran acercarse a la brujería en esta era digital: “Que no lo hagan solo a través de las redes, que busquen libros y se documenten. Las redes te pueden inspirar o dar ideas, pero no te darán bases”.

En Tiktok, los vídeos bajo el hashtag “Witchtok” acumulan ya más de 26.800 millones de visualizaciones. FOTO. NORA CIFUENTES

Y ustedes, ¿creen en la magia? Si quieren descubrirla, ya saben: solo tienen que deslizar el dedo, pero buscando también sus propias bases.

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