Bernardo Silva definió en el minuto 23 un exquisito pase de Kevin de Bruyne y aprovechó, en el 37, un rebote en el área para acomodar, de cabeza, su doblete ante un Real Madrid atónito y perdido que solo vislumbró el partido en un disparo al larguero de Toni Kroos.

La cereza del pastel la puso Eder Militao en contra (76) y Julián Álvarez (90+1), dos goles que no opacaron la gran noche de Bernardo Silva y su doblete en el Etihad Stadium.

El Real Madrid, acostumbrado a la magia de las noches europeas en su estadio, intentó hacerla lejos de casa contra el Manchester City para lograr el pase a su segunda final de Champions consecutiva, pero mostró un juego deslucido ante los Sky Blues.

Merengues y Citizens habían empatado 1-1 en la ida de semifinales la pasada semana en el Santiago Bernabéu por lo que lo que el pase a la final se decidió en el Etihad Stadium, convertido en un auténtica fortaleza por el City.

Los hombres de Pep Guardiola sólo han concedido una derrota y un empate en su feudo esta temporada, donde cuentan sus partidos por victorias desde que el 31 de diciembre hicieran tablas con el Everton.

La tarea se presentó ardua para el Real Madrid, vigente campeón de Europa, que nunca ha ganó en sus cinco partidos en el estadio de su rival.

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