Bernardo Silva definió en el minuto 23 un exquisito pase de Kevin de Bruyne y aprovechó, en el 37, un rebote en el área para acomodar, de cabeza, su doblete ante un Real Madrid atónito y perdido que solo vislumbró el partido en un disparo al larguero de Toni Kroos.
La cereza del pastel la puso Eder Militao en contra (76) y Julián Álvarez (90+1), dos goles que no opacaron la gran noche de Bernardo Silva y su doblete en el Etihad Stadium.
El Real Madrid, acostumbrado a la magia de las noches europeas en su estadio, intentó hacerla lejos de casa contra el Manchester City para lograr el pase a su segunda final de Champions consecutiva, pero mostró un juego deslucido ante los Sky Blues.