Cada fin de semana, Adrián Padilla Nuñez, acude al Estadio Akron de Chivas y escucha el duelo por la radio, pues desde pequeño perdió la vista a causa de la diabetes.

A pesar que no puede ver, Adrián vive los partidos como un aficionado único, pues siente los partidos de otra forma, desde el corazón.

"La diabetes y por no cuidarme fue agravando mi visión", comenta Adrián, mientras camina por una de las entradas del Estadio Akron en un duelo entre Chivas y Cruz Azul.

Adrián disfruta del ambiente del estadio mexicano mientras escucha el partido por la radio, mientras algunos de sus amigos que lo acompañan al estadio le relatan las jugadas del partido.

"Perdí primero mi ojo izquierdo y de allí ya no veía nada, me habían operado, recuperé la visión me agravé por la diabetes y de allí no volví a ver", comenta Padilla Nuñez.

Adrián sufre, siente y vive los partidos de Chivas como si pudiera ver lo que está pasando en el terreno de juego.

Por la radio, se ubica de todo lo que está pasando en el partido y en su mente, se imagina como está jugando el equipo de sus amores.

"Estar ciego no es impedimento. Nunca me sentí limitado, los límites se los pone uno mismo", manifiesta Adrián.

Su sueño es que su equipo sea campeón una vez más y algún día tener la oportunidad de poder volver a verlos.

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