El miedo al coronavirus y los llamamientos a la prudencia del Real Madrid y las autoridades evitaron una masiva concentración en el centro de Madrid para festejar la consecución de la Liga 34 del equipo blanco.
Nada más ganar el Real Madrid 2-1 al Villarreal, solo unas pocas decenas de aficionados se acercaron a la céntrica fuente de Cibeles, epicentro de las celebraciones madridistas, mientras la mayoría festejaron el título desde sus coches, ondeando banderas y haciendo sonar sus cláxones.
La fuente de Cibeles, iluminada con los colores blanco y morado del Real Madrid, había sido vallada en previsión de posibles actos masivos, pero los hinchas madrileños se han mostrado prudentes.
"Gracias a todos los madridistas que este año, por la responsabilidad, no os habéis acercado a la diosa Cibeles. Los madrileños están muy concienciados con el Covid y se nota", escribió en Twitter al filo de la medianoche la presidenta regional madrileña Isabel Ayuso.
Y es que Madrid fue uno de los epicentros de la pandemia de coronavirus, que en España ha causado más de 28.400 muertos y obligó a confinar al país durante varias semanas.
Sólo unos pocos aficionados con mascarilla y guardando las distancias festejaron el título a pie de calle.
"Estoy feliz, muy feliz. Antes del confinamiento (por la epidemia de coronavirus), sólo tenía la esperanza de que el Barça iba a fallar", comenta a AFP, Juanjo Valentín, de 68 años, que desde un bar de la capital festeja el título en una videollamada con su yerno.