Los restos de uno de los grandes futbolistas que han nacido en Honduras, ya descansan en su última morada, su último aposento.
Se trata de José Roberto el Macho Figueroa, aquel grandioso jugador de la generación de la valiente Selección de España 82.
Figueroa falleció el 24 de mayo en Estados Unidos donde residía, después de sufrir algunas complicaciones cardíacas y con 61 años murió mientras departía con amigos según el relato de sus allegados.
El lunes 29 de junio fue su sepelio donde estuvieron presentes su familia y personas cercanas al exjugador, entre ellos algunos de los compañeros de Selección para el proceso del primer mundial en el que participó Honduras.
Julio César Tile Arzú, Jaime Villegas, Carlos Orlando Caballero y Jimmy Bailey, sus compañeros en esa selección, fueron los encargados de recibir los restos del exfutbolista hondureño que jugó para el Vida y Motagua en Honduras, así como para el Murcia y Hércules de España y el Cartaginés de Costa Rica.
"Desde la noticia del fallecimiento de mi papá no hemos recibido más que mensajes de respeto, afecto y solidaridad de todo Honduras y fuera del país. Eso nos llena de orgullo", dijo Roberto Figueroa, hijo del Macho, durante su sepelio.