El árbitro en el partido entre Malí y Túnez en la Copa Africana de Naciones desató el caos el pasado miércoles (12.01.2022) al pitar prematuramente dos veces el final del encuentro.

Lo ocurrido provocó el malestar del cuerpo técnico de Túnez, el equipo perdedor y también planteó la absurda posibilidad de que el partido se tuviera que reanudar para cumplir con los minutos que no se jugaron.

El árbitro zambiano Janny Sikazwe pitó el final por primera vez cuando habían transcurrido 85 minutos del choque que puso en marcha el Grupo F en Limbe. Malí ganaba 1-0.

El silbante pareció darse cuenta de su error y ordenó que el partido se reanudase de inmediato.

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Pero, luego vino más polémica pues Sikazwe expulsó al delantero maliense El Bilal Touré a los 87 minutos por una violenta entrada; y, luego de ello, volvió a pitar el final casi un minuto antes de cumplirse los 90 reglamentarios, de acuerdo con el cronómetro en el estadio y la transmisión televisiva.

El final prematuro enfureció al seleccionador tunecino Mondher Kebaier, así como a sus auxiliares. El técnico ingresó a la cancha para discutir con el árbitro, señalando a su propio reloj. El réferi tuvo que ser escoltado para poder escapar de los furiosos tunecinos.

También se tanteó la posibilidad de reanudar el partido. Dirigentes se reunieron en la cancha durante media hora para analizar la situación.

El final del partido

Los jugadores de Malí regresaron al campo y evidenciaron su malestar por lo ocurrido. Empezaron a calentar, mientras que los jugadores de Túnez seguían en el camerino.

Al final, los primeros terminaron aplaudiendo a sus aficionados y se retiraron por segunda vez.

La Confederación Africana de Futbol no proporcionó de inmediato una explicación sobre lo ocurrido, pero se dio por hecho que Malí sería acreditado con el triunfo 1-0. Ibrahima Koné firmó el único gol al convertir un penalti a los 48 minutos.