Muchos jugadores hondureños se las han tenido que ingeniar, y no dentro de la cancha, sino para sacar ingresos y seguir manteniendo a sus familias.
Unos han colgado los tacos y otros se han puesto los guantes, pero no para atajar balones, sino para preparar deliciosas comidas.
En el caso de Danilo Tobías, lateral del Real España, se encuentra en Zamora, Tocoa y junto a su familia se dedica al cuidado de la palma africana.
Mientras que el jugador de los Lobos de la UPN, Lázaro Yánez, se traslada ofreciendo lácteos, frutas, verduras, rosquillas, entre otros productos.
El volante de Marathón, Carlos Discua, junto a su esposa, se pusieron los delantales y tienen su puesto de comida.
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