La muerte de Edson Arantes do Nascimento, conocido mundialmente como Pelé, consternó a todo el mundo deportivo y las fotos con el astro brasileño salieron del baúl. Así fue el caso de algunos hondureños, como Gustavo 'Maní' Suazo.

Maní Suazo, quien es kinesiólogo de Marathón de Honduras, desde hace muchos años, compartió con tunota el momento que vivió junto a Pelé, cuando este vino a jugar a Honduras contra el Real España, siendo jugador del Santos en 1972.

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“Tuve la bendición de compartir con Pelé. Desde muy joven lo admiré, pues en esos tiempos era el que más destacaba, junto a Garrincha y los que yo recuerdo; siempre fui seguidor de la selección de Brasil, me ha gustado su idioma y estilo”, expresó Maní Suazo.

Entre risas comentó que muchos creían que él era brasileño, porque se impregnó mucho de la cultura.

Maní narró que conoció a Pelé en un restaurante sampedrano famoso un día antes del juego que tuvo contra Real España.

“Me lo presentaron, hablé con él, le tiré mis palabritas en portugués el día del partido: ‘Eu quero tomar foto com você’ (quiero tomarme una foto contigo) y él (Pelé) me respondió: está bem (está bien) y accedió a la foto”, comentó con alegría.

“Sentí mucho dolor al saber de su muerte. Marcó la diferencia en el fútbol, fue el embajador de este deporte, un hombre intachable. Han salido otros jugadores, pero como Pelé ¡Jamás! Siempre será mi ídolo. Cuando me tomé esa foto apenas tenía 22 años, hace medio siglo. No sé cómo pude conservar esa foto, es como un tesoro y la seguiré cuidando”, dijo Maní con la voz entrecortada.

Explicó que, aunque pertenecía al Marathón, él fue invitado a ese partido por petición del Real España y así pudo conocer a este gran personaje. Catalogó ese momento como ‘una suerte’, pues así pudo tener de cerca al ‘Rey Pelé’.

Maní Suazo considera 'un tesoro' esta fotografía con Pelé.

Un poco de Maní

Hablar de Maní Suazo es remontarse a una historia pura del fútbol nacional, pues ha tenido una memorable carrera.

Llegó al Marathón a la edad de 13 años, en 1963, y comenzó en el club involucrándose con los jugadores, en los entrenamientos, haciéndole mandados a los jugadores, siendo utilero, detalló.

El hombre de la eterna sonrisa, como se le conoce, pues siempre demuestra felicidad y pasión por su trabajo, como kinesiólogo, aclaró que nunca fue un buen futbolista, pero pudo desempeñarse en otra área y ya suma muchos años en este club.

Maní Suazo permanece con su enorme sonrisa.

“Caí bien por mi manera de servir. Yo veía que les hacían masajes a los jugadores y que bien que no perdí esa visión, me interesé por aprender a hacer los masajes y se me dio la oportunidad de sustituir al que estaba y así avancé. Mi experiencia fue empírica y eso me ayudó a mantenerme en el club. Estuve siete años fuera (1990-1997)”, dijo.

También ha destacado como kinesiólogo de la Selección Nacional, logrando estar en dos mundiales con el equipo: Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

Estuvo en la selección juvenil de 1995 y en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. “El fútbol ha dejado cosas muy importantes de mi vida, conocer diferentes partes del mundo y tener el cariño de la afición hondureña”, concluyó.

Este es un artículo de la versión impresa de tunota. Lea más noticias relacionadas

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