Tras arrasar a México en las semifinales por 3-0, Estados Unidos también venció con claridad en la final en Las Vegas a un combinado canadiense que encajó los dos tantos antes del descanso y que pecó de falta de puntería en el área rival.
El equipo que lidera en el campo Christian Pulisic llegará con impulso extra a la Copa Oro que empezará la próxima semana, donde también defiende el título, y en la que continuará como técnico interino B.J. Callaghan pese a que la Federación de Fútbol de Estados Unidos anunció que Gregg Berhalter regresará como seleccionador.
Chris Richards y Folarin Balogun sellaron los goles de la victoria de Estados Unidos, ambos a pase de un Gio Reyna que brilló en el último tercio del campo pero que se marchó lesionado en el descanso.
Esta es la tercera corona consecutiva en la Concacaf (dos Liga de Naciones y una Copa Oro) para un Estados Unidos que sigue creciendo en el mundo del fútbol y que tiene el punto de mira fijo en el Mundial de 2026 que organizará junto a México y Canadá.
En el Allegiant Stadium de Las Vegas, ambos equipos salieron a la final con novedades respecto a sus cruces de semifinales.
En Canadá, la principal fue la incorporación al once inicial de su gran estrella, Alphonso Davies, quien frente a Panamá solo entró como revulsivo en la segunda parte ya que arrastraba unas molestias.
Por su parte, la selección estadounidense tenía que encontrar recambio obligado para Weston McKennie y Sergiño Dest, que fueron expulsados frente a México y que fueron reemplazados por Brenden Aaronson y Joe Scally, respectivamente.