Un Real Madrid eufórico y un Barcelona preso de dudas se miden este domingo el clásico de la novena jornada del campeonato español, en un duelo de sensaciones opuestas por el liderato del campeonato español.

El equipo merengue llega al encuentro en la segunda posición de la clasificación, empatado a puntos con el líder azulgrana, pero animado por su rendimiento en Europa.

El Real Madrid se presentará este domingo en el Santiago Bernabéu con el billete para octavos de la Champions Legue en el bolsillo tras salvar un empate el martes 1-1 con el Shakhtar Donetsk, en un partido jugado con un ojo puesto en el clásico.

"Tenemos la ilusión de jugar un clásico, de mostrar una buena imagen y ganar para nuestra afición, pero no es un partido a vida o muerte, es un partido especial, pero la temporada es muy larga", afirmó este sábado el técnico merengue, Carlo Ancelotti.

El portero Thibaut Courtois será baja porque "ha entrenado poco y todavía no se encuentra cómodo tras su ciatalgia, aunque Ancelotti confirmó que podrá contar con Antonio Rüdiger.

A pesar de los 20 puntos de sutura en la cabeza que necesitó tras el choque con el portero rival al marcar el gol contra el Shakhtar, el central alemán estuvo con sus compañeros este viernes. 

Dudas europeas

Frente al buen recorrido europeo del Real Madrid, el Barça tiene un pie fuera de la Champions, tras hacer tablas (3-3) con el Inter de Milán el miércoles en el Camp Nou.

Eliminado el pasado año en la fase de grupos, el empate contra los italianos ha vuelto a resucitar fantasmas y levantar dudas sobre el juego de los de Xavi Hernández, especialmente debilitado en defensa.

"No nos gusta esta decepción en Europa, pero hay que seguir. Veo al equipo implicado, con ganas de ganar cosas, hay que seguir trabajando, no conozco otra forma de llegar al éxito", afirmó este sábado el técnico azulgrana.

"Mañana es una prueba importante para seguir creyendo que estamos bien", añadió Xavi.

En el Bernabéu, el Barça no podrá contar con Ronald Araujo, Héctor Bellerín ni Andrea Christensen, aunque recupera a Jules Koundé tras su lesión muscular en el muslo izquierdo.

"Está al 100%, se encuentra muy bien físicamente, ha entrenado fuerte, está disponible", aseguró Xavi.

La zaga azulgrana, con el portero Marc-André Ter Stegen como gran seguro, se enfrenta a una nueva prueba el domingo contra el tridente atacante blanco formado por Vinicius, Rodrygo y el aspirante al Balón de Oro, Karim Benzema.

El francés, lastrado por las lesiones, no está mostrando el nivel que llevó el pasado año a ser el mejor goleador liguero, pero su presencia siempre supone peligro acompañado por un Vinicius, que acumula cinco goles en lo que va de temporada.

A las puertas de la elección del Balón de Oro, para el que es gran favorito, Benzema ha marcado tres goles y dado una asistencia en los cinco encuentros de Liga en los que ha participado.

Mirando a Lewandowski

Para contrarrestar el efecto del ataque merengue, el Barça volverá a mirar hacia su propio artillero Robert Lewandowski, autor de un doblete contra el Inter el miércoles, que mantuvo al Barça con vida en la Champions.

El polaco es el actual máximo goleador del campeonato español con 9 goles en 8 encuentros de LaLiga y el encuentro del domingo se presenta como la mejor ocasión para seguir ampliando su cuenta.

Lewandowski debería ir acompañado en el ataque por Raphinha y Ousmane Dembélé, en un encuentro que puede marcar el devenir de la Liga antes del parón por el Mundial de Catar.

Una victoria de los merengues sería una nueva inyección de moral en un impecable inicio de temporada, mientras que para los azulgranas es la ocasión de alejar los fantasmas.

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