El 1-1 de la ida en Alemania abría la puerta a un duelo emocionante en el Etihad Stadium. Pero Haaland se encargó rápido de matar cualquier intriga (22, 24, 45+2, 53 y 58). La fiesta la completó Ilkay Gundogan (49) y Kevin De Bruyne (90+2).

Solo dos jugadores habían marcado antes cinco goles en un partido de Champions, el brasileño Luiz Adriano con el Shakthar al Bate Borisov en la fase de grupos de 2014 (7-0) y Lionel Messi con el Barcelona ante el Bayern Leverkusen en los octavos de 2012 (7-1).

Con su impresionante actuación Haaland se situó al frente de los goleadores de la Champions League.

Suma diez tantos, seguido por el egipcio del Liverpool, Mohamed Salah, que suma ocho antes de que su equipo busque la remontada el miércoles ante el Real Madrid tras caer 5-2 en la ida.

Con media hora por jugar, el técnico del City, Pep Guardiola, sustituyó a Haaland por Julián ÁLvarez, por lo que el noruego se quedó sin la posibilidad de convertirse en el primer jugador que marca seis tantos en la Champions.

Guardiola le sacó del campo, para preservar su físico en un partido más que finiquitado, y le privó de aumentar su barbaridad. No hubo mala cara de Haaland, que se abrazó al técnico español y se fue con una sonrisa al banquillo.

Poco importó a partir de entonces, hasta el City perdió el ritmo y concentración, como si quitar a Haaland hubiera hecho que el partido perdiera todo interés.

Excepto para De Bruyne, que redondeó la noche en el descuento con un golazo desde fuera del área.

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