Vicente Fernández, fallecido el domingo (12.12.2021) a los 81 años, realizó en 2012 una gira llamada Mi Despedida en la que visitó a varios países de América, incluyendo Honduras, país donde fue aclamado y es considerado un ícono de la música ranchera.

Fernández se presentó entonces, un domingo 26 de agosto en el estadio Nacional en Tegucigalpa ante unas 15,000 personas que llegaron todos los rincones de Honduras para cantar con el "Charro de Huentitán" sus más grandes éxitos.

Según registró Proceso Digital, las entradas costaron entre 570 a 5 mil 700 lempiras; un precio bastante alto para entonces.

Vestidos con ropa ranchera, sombreros y botas, muchos hondureños se emocionaron cuando "Chente" dijo su popular frase: "mientras no dejen de aplaudir, yo no dejo de cantar".

"Hola Honduras, vamos a pasarla bien esta noche", dijo "Chente" con mucha fortaleza al presentarse en el escenario ubicado frente al sector de "silla" del estadio Nacional. En ese momento el cantante tenía 72 años.

Se emocionó

Fernández se sintió emocionado porque los hondureños cantaron junto a el -y a todo pulmón- cada una de sus canciones, que aquella noche comenzaron por Acá entre nos, Los mandados, Guadalajara, Bohemio de afición, Sublime mujer, El último beso, La ley del monte, sin faltar por supuesto Mujeres divinas y hasta cerrar con El Rey.

El concierto duró unas dos horas, tras que su hijo Vicente Júnior también previamente cantara algunas de sus canciones, y cerrara con un "los llevo en el corazón".

Vicente Fernández murió el 12 de diciembre en Guadalajara después de una serie de complicaciones provocadas por una caída que sufrió en su rancho en agosto de 2021.

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