Dentro de la historia de Honduras destacan los garífunas, quienes cumplirán 224 años de historia el próximo 12 de abril. Con ellos se posicionó una cultura de música y baile representativo, como la punta, por ejemplo.

Para conservar ese tesoro nacional y su importancia nació el Ballet Garífuna Nacional, específicamente el 25 de diciembre de 1962.

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“Nos formamos con el fin de juntarnos los fines de semana y mantener la filiación familiar cultural”, dijo a tunota el director de este grupo, Armando Crisanto.

Por su cantidad de años en servicio, han pasado al menos mil personas que se han formado en la cultura, han sido entrenados e instruidos, detalló Crisanto.

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En la actualidad, el grupo tiene 20 integrantes; pero, al viajar se reúnen aproximadamente 26, mencionó su director, al tiempo de añadir que dentro de sus participaciones internacionales están los festivales mundiales de los Pirineos en Europa, el festival Cervantino en México, festivales caribeños, de Centroamérica, Sudamérica y Estados Unidos.

Retos

Entre los mayores desafíos que ha tenido este grupo están “ejercer la cultura en la vida misma", debido a que no es una prioridad en los planes de gobierno para incidir en desarrollo de los pueblos, señaló.

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El Ballet Garífuna ha ganado muchos premios, pero uno de las claves ha sido permanecer de pie, “amar su propia cultura y creer que es determinante en el desarrollo de los pueblos”, remarcó su director.

Las puertas del Ballet están abiertas para las personas que deseen formar parte. Solo deben tener el deseo de aprender.

“Honduras es un país multicultural con su propia cosmovisión. Una de ellas es la garífuna. Su cultura es un universo en lo espiritual, material y social”

Armando Crisanto Director del Ballet Garífuna