Esther Fúnez practica el ballet desde los seis años de edad. Desde entonces se caracterizó por ser flexible, ágil y caminaba de puntillas. Esos fueron indicadores de que tendrían una carrera exitosa en este arte escénico.

A sus 19 años es maestra de ballet en un colegio privado de la capital y a su vez egresó como ejecutante en danza de la Escuela Nacional de Danza Mercedes Agurcia Membreño (MAM). Hoy es pasante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en una universidad privada de la misma ciudad.

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Pasión infantil

Fúnez comentó que a su corta edad soñaba con ser balletista. “Todos los días miraba un programa de televisión que se llama 'Angelina Ballerina' y eso me inspiraba aún más a querer ser bailarina de ballet. Eso fue lo que despertó mi deseo y motivación de entrar a la escuela de ballet. Dios me dio el don de ser bailarina”, expresó.

Una de las tantas presentaciones de Esther Fúnez en un escenario, disfrutando una de sus pasiones. Foto: Esther Fúnez.

Dentro de los triunfos que ha tenido destacan algunos a nivel local y regional. El primero fue en el 2018 al graduarse de la Escuela Nacional de Danza MAM como ejecutante en Danza.

Al año siguiente, “fui invitada a una competencia de Danza titulada “Dance Alliance” en la ciudad de San Pedro Sula. Había maestros, bailarines y coreógrafos profesionales del extranjero, quiénes nos evaluaron y fueron jueces. Gracias a Dios fui una de las beneficiadas con una beca de danza en Puerto Rico”, narró Fúnez.

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Profesional

Su recorrido en el ballet ha sido largo y con dificultades, pues ha tocado hacer sacrificios e invertir mucho tiempo.

“No es fácil llevar de la mano dos carreras al mismo tiempo. Se requiere de mucho sacrificio y tiempo; pero, he sido segura de mí misma y siempre supe y sé lo que quiero. Así he logrado todas mis metas propuestas. Claro, siempre de la mano de Dios y poniéndolo a él en primer lugar”, expresó la talentosa joven.

Esther con su pareja de escenario durante una presentación. Foto: Esther Fúnez.

Cada sacrificio al final vale la pena y también se viven momentos agradables e inolvidables. “Conocemos muy buenas personas y excelentes maestros que lo motivan a uno a seguir adelante, a persistir y nunca desistir. Me siento muy agradecida con todos los maestros de la Escuela Nacional de Danza. Son seres humanos extraordinarios y maravillosos”.

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En la Escuela Nacional de Danza MAM reciben clases de ballet clásico, folclor, tap, jazz, danza contemporánea. También dan clases teóricas como terminología de la danza, lenguaje musical, anatomía de la danza, clases de partner, clases de repertorio, belly dance, entre otros.

Fúnez es maestra en la misma institución que egresó como bachiller, por lo que fue un cambio pasar de estudiante a maestra y no solo en la institución, sino en el ballet.

“Con el tiempo fui adquiriendo más experiencia. Cada día preparaba mis clases para el siguiente día, la música, hacía mis anotaciones, ponía en práctica todos los conocimientos adquiridos a lo largo de esta carrera artística. Fui obteniendo más seguridad y sobre todo enseñar a mis alumnas a apreciar, valorar y amar la danza. A apasionarse de lo que hacen”, manifestó.

Esther posa de "puntillas" previo a una presentación. Foto: Esther Fúnez.

Luchen por sus sueños. Anímense, no dejen que nada los detenga. Lo más importante no es ser el mejor bailarín, sino disfrutar lo que amamos, gozar cada paso, cada movimiento, sentirse libre y feliz bailando.

Esther Fúnez Balletista y maestra