Esta es una época de compartir en familia, con amigos, de permitir que el niño Jesús nazca en nuestros corazones.

Sin embargo la mejor parte de la Navidad no se puede negar que una de las mejores cosas son los alimentos, a veces en excesos que disfrutamos estos días.

Los distintos sazones, entre lo dulce y lo salados, con recetas nueva o la clásica de nuestras abuelitas, pero con un paladar muy complacido.