Kim Kardashian confesó que todas las joyas que luce en eventos, fiestas y fotos de Instagram no son suyas, y las de su propiedad, no son de buena calidad.

Esto se debe a que Kim, según habló en su reality show "Keeping Up with the Kardashians", se niega a guardar cualquier objeto de valor en la caja fuerte de su mansión por miedo a un posible robo.

La mayor de las hermanas Kardashian prefiere devolver los diamantes que le prestan para acudir a distintos eventos antes de volver a su casa.

Incluso, si un fan le envía un regalo de valor, lo devuelve a la misma dirección de la persona.

Su decisión fue debido a una traumática experiencia que vivió en París hace cinco años, cuando la retuvieron a punta de pistola en su habitación de hotel para robarle las joyas valoradas en diez millones de dólares, por lo que hizo que cambiara por completo su estilo de vida.

Estrategia contra robos

La empresaria tiene una estrategia contra robos, como limitarse de subir publicaciones en sus redes sociales en tiempo real para que no puedan localizarla.

Además, Kim reforzó la vigilancia en torno a su residencia para que puedan entrar sin permiso a su casa.

Incluso, la multimillonaria también ha desarrollado una especie de fobia a los diamantes porque los asociaba con el calvario que pasó.

"En mi casa no entra nada caro. Hago que el equipo de seguridad me lo quite todo antes. No puedo dormir si hay joyas guardadas en la caja fuerte, o dinero o cualquier otra cosa", confesó Kim al presentador estadounidense Andy Cohen.

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