Los artistas no tienen límites. Desde un pequeño dibujo hasta lograr confundir un retrato con una fotografía. Eso se logra con el realismo, y Lucas Guerra, con 21 años de edad, ha dibujado a grandes artistas y personajes de renombre y tendencia, nacionales y extranjeros.

Peculiarmente, sus primeros años de vida fueron solitarios. Su familia fue su único refugio y todavía no se interesaba por pintar, dijo Lucas a tunota.

“Inicié gracias a un curso que recibí por parte de la iglesia católica del pueblo en 2014. Luego fui becado por una maestra del colegio, donde saqué tercero de ciclo. Con esa beca pude realizar mis estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA) y especializarme más en la pintura, escultura, dibujo, cerámica, talla en madera y talla en piedra, entre otras técnicas”, explicó.

Variedad de colores

Lo que cautivó la atención en el arte fueron los paisajes y la variedad de colores; sin embargo, no es un tema que pinta con frecuencia, pues siempre trae recuerdos del lugar donde vivió rodeado de naturaleza.

“Desafortunadamente, en ese lugar espléndido tuve que presenciar la atroz muerte a causa de la violencia de mi único padre de crianza: mi tío, hermano de mi padre. Por eso, no puedo evitar afectar mis obras con recuerdos dolorosos”, lamentó.

Es un bachiller egresado de artes plásticas y es pasante de educación artística en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).

Entre sus dificultades está la situación económica, pues ha tenido que parar un tiempo, trabajar en otro rubro, ahorrar y volver a comprar materiales, indicó.

Orgullo

Ha participado en exposiciones colectivas y la tradicional exposición anual de la ENBA. También, en su fuente de inspiración destaca su abuela, quien es su madre. “Lo único que me queda”, añadió.

“Mi familia ha pasado muchas tragedias y eso va de la mano con la degradación familiar. Y por eso yo me esfuerzo por ella y para que se sienta orgullosa, porque después de todo lo malo, siempre hay momentos gloriosos con los que se vive”, manifestó este joven luchador.

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Guerra dibujó el retrato del mandatario salvadoreño y este llegó hasta el mismo Bukele, quien alabó el trabajo del catracho.

“Durante el proceso estuve normal, porque no me imaginé que el presidente Nayib Bukele le tomaría importancia, tanto como para publicarlo en su cuenta de Instagram”, dijo.