En muchas culturas alrededor del mundo, la Semana Santa es un período de profunda reflexión espiritual, tradiciones y costumbres únicas, entre las cuales destaca la práctica de consumir pescado.

Esta tradición, arraigada en creencias religiosas y hábitos culturales, tiene múltiples explicaciones que se entrelazan con la historia, la religión y la práctica culinaria.

La costumbre de comer pescado durante la Semana Santa tiene raíces en la tradición cristiana. La Iglesia Católica promovió la abstinencia de carne roja durante ciertos días santos como una forma de sacrificio y penitencia, recordando el sacrificio de Jesucristo en la cruz.

El Viernes Santo, en particular, es un día de ayuno y abstinencia en memoria de la crucifixión de Jesús. El pescado, considerado una forma más sencilla y humilde de alimento, se convirtió en una alternativa permitida.

El pescado como símbolo cristiano

Más allá de las restricciones alimenticias, el pescado posee un profundo simbolismo cristiano. El acrónimo griego "ΙΧΘΥΣ" (Ichthys), que significa "pescado", se interpreta como "Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador".

Además, varios pasajes bíblicos hacen referencia a los pescados, como los milagros de la multiplicación de los panes y los peces, y la profesión de varios de los apóstoles, quienes eran pescadores antes de seguir a Jesús.

El investigador en religión David Vilchis, miembro fundador del Seminario de Intersecciones de lo Religioso (SEMIR), explicó que las razones por las que no se come carne en Semana Santa provienen de una cosmovisión judía.

 "Antiguamente, durante los días santos solo se permitía comer pescado y otros seres del mar, frutas, verduras, cereales y derivados, lo cual excluía al pollo", detalló

Semana Santa 2024: cinco cosas que debes evitar hacer, según las costumbres