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Franco Javier López Escamilla, conocido simplemente por Franco Escamilla, se encuentra en el ojo del huracán por ser acusado de infiel y miles de internautas hablan de incluso de divorcio.
El comediante y su esposa, Gabriela Salazar, se conocieron hace 20 años y según se conoce ya tienen 15 años de casados; son padres de dos hermosos niños, llamados Azul y Rodrigo.
La polémica de Escamilla comienza cuando un usuario en la red social de Facebook publicó una fotografía de Franco con su esposa, pero el post está acompañado por un mensaje que hace referencia a una infidelidad.
"En el monólogo que cuenta de su esposa hace referencia a un chiste de cuando ellos recién empezaban, y aún no nacían sus hijos, él salió a beber con sus amigos músicos (en ese tiempo que estaban empezando) y se puso demasiado ebrio y se fueron con unos amigos a una casa privada a la cual invitaron a más mujeres, y ya en esa casa con todos los tragos encima, pasó lo inevitable", se lee en la publicación.
No obstante, aparte de este mensaje, hay un poco más de texto, pero muchos no terminaron de leer: "Lo inevitable es que los tengo aquí leyendo un chisme que me estoy inventando porque yo tampoco me sé el contexto", confirmando que es solo una broma.
¿Franco Escamilla y Gabriela Salazar se van a divorciar?
Esta broma hizo que el nombre del comediante mexicano, originario de Cuautla de Morelos, se posicionara como tendencia en buscadores y en redes sociales, pero es completamente falso que se vaya a divorciar.
En ese sentido, se desconoce si en algún momento el hombre de 42 años en verdad le haya sido infiel a su esposa, pero lo que sí es cierto es que en entrevistas y shows ha hablado acerca de su relación y ha expresado amarla.
Franco Escamilla ama a su esposa, Gabriela Salazar
En el programa de Yordi Rosado, Escamilla reveló que conoció a la madre de sus hijos en el coro de una iglesia, años antes de empezar a ser comediante.
En otra entrevista, el mexicano recordó un lindo momento con Gaby, pues años atrás dijo, antes de ser novios, salieron un domingo por la noche, pero Franco no tenía dinero, por lo que tuvo que hacer una presentación en la 'Rosa Náutica' y luego pedir dinero en las mesas, sin embargo, en ningún momento Salazar lo dejó, todo lo contrario siempre lo acompañó.
"Un chingo de viejas hubiesen dicho 'que pena con este wey' y me acuerdo salir de ahí y decirle, pero quiero que estés tu ahí de por vida; si un día ganó 10 pesos, nueve son tuyos", finalizó.
