A raíz del aumento de casos sexuales en los últimos años, una doctora diseñó un preservativo femenino el cual tiene como fin prevenir el abuso sexual.

Se trata de Rape-axe, el cual, según la compañía fabricadora, se diseñó con el fin de herir el miembro del agresor y así identificarlo a él, de acuerdo a lo informado por el diario La Razón.

El dispositivo fue diseñado por la doctora sudafricana, Sonnet Ehlers, la cual trabajó más de 40 años en crear este artefacto. De acuerdo con la compañía creadora, este artefacto ‘ayuda a prevenir e identificar al agresor’.

En algunas ocasiones los casos de abuso sexual son descartados o carecen de credibilidad ante las autoridades por falta de pruebas; incluso se conoce que algunos agresores utilizan métodos para evitar que las víctimas los identifiquen.

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¿Cómo funciona el dispositivo prevenir el abuso sexual?

Según las imágenes, el dispositivo es una especie de condón femenino que tiene funcionalidad similar a un tampón. El Rape-axe está hecho para ser insertado en la zona vaginal.

Además, tiene en su interior, una especie de espinas afiladas. De esta forma cuando el pene entra en el cuerpo de la mujer el artefacto queda adherido al miembro.

Según los vídeos publicados en Instagram de la marca, remover el dispositivo provoca un desgarre en el miembro.

Incluso, la publicidad del dispositivo, en la página de Instagram, es: "Protéjase con Rape-axe, no se requieren habilidades, entrenamiento o fuerza especiales. Rape-axe puede detener la violación incluso si está dominada, atacada por sorpresa, inconsciente, drogada o dormida."

Finalmente, se menciona que el dispositivo puede identificar al agresor. Pues cuando se vaya a denunciar al victimario se podrá comprobar que tendrá una herida en su zona genital o se tendrá su ADN al interior del dispositivo.

El aparato costará 50 dólares, es decir, poco más de 1,200 lempiras.

Abusos sexuales en Honduras

Cabe mencionar que, unas 927 menores, de 0 a 19 años, sufrieron abuso sexual en Honduras entre enero y octubre de 2020, según cifras del Centro de Derechos de Mujeres (CDM).

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) considera la violencia sexual "una emergencia invisible" en Honduras, donde al mes atiende a 13 menores de 14 años víctimas de este tipo de abuso.

Las menores de 18 años de edad representan, según datos de MSF, un tercio de las 135 mujeres embarazadas producto de una violación.