Tras 20 años de relación la pareja había decidido separarse por diferencias irremediables, tras llegar a la corte la esposa se enteró que el hombre tenía 18 propiedades comerciales.

Según lo reportan South China Morning Post, el hombre de apellido Qin dirigía un negocio mientras que su pareja se dedicaba en tiempo completo a ser ama de casa.

El hombre había puesto los bines a nombre de su hija, producto de su primer matrimonio. Imagen referencia

"Construí mi riqueza. Ella es solo un ama de casa que no trabajaba", fue parte del argumento que el hombre presentó durante la audiencia de divorcio.

Sin embargo, la Corte determinó que el hombre había actuado de manera ilegal, aceptó el divorcio y ordenó al hombre entregarle la mitad de los bienes a Yu.

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