En las relaciones amorosas, los regalos suelen representar muestras de afecto y compromiso; sin embargo, cuando el amor se acaba, estos mismos obsequios pueden convertirse en armas de resentimiento y venganza.

Este es el caso de Angélica, una joven cuya historia se hizo viral después de que su exnovio reportara como robado un iPhone que él mismo le había obsequiado, en un aparente acto de represalia post-ruptura.

La situación llegó a conocimiento público cuando Angélica decidió compartir su frustración en la red social X, revelando no solo el acto vengativo de su ex sino también su resiliencia.

"Saludos al hijo de puta que reportó el teléfono que me regaló como robado. Gracias a mi familia y amigos por estar siempre para mí. Cuando uno siembra bonito, recoge bonito. Estrenando ando. Que la vida te multiplique lo que haces por los demás. El amor todo lo puede", escribió en un post que incluía una foto de su nuevo móvil.

La publicación desató una ola de reacciones en línea, con muchos usuarios condenando la acción del exnovio y otros aplaudiendo la actitud positiva de Angélica frente a la adversidad.

La joven, además, anunció que había decidido devolver el iPhone junto con una argolla de matrimonio que también había recibido como parte de los regalos de su relación.

"Update: Se devuelve el regalo, incluyendo argolla de matrimonio, esperando no sea para una próxima víctima", comentó en una actualización que también se volvió viral.

Expertos en relaciones sugieren que, aunque es común sentir dolor y resentimiento después de una ruptura, convertir regalos en herramientas de venganza solo prolonga el sufrimiento de ambas partes.

Además, el hecho de que algunos opten por regalar artículos de alto valor económico como joyas, celulares y hasta vehículos, eleva las apuestas cuando la relación se deteriora.

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"En muchas ocasiones, estos regalos costosos pueden convertirse en objeto de discordia, especialmente si la relación termina en malos términos", explica un terapeuta consultado sobre el tema a Infobae.

La historia de Angélica ha generado un amplio debate sobre la ética de reclamar regalos post-ruptura y ha mostrado cómo las redes sociales pueden actuar como un doble filo: amplificando conflictos personales pero también ofreciendo apoyo comunitario en momentos de necesidad.

"Reina no expongas tu vida privada así en tuiter, en buena onda", "Está empíricamente comprobado que todo se paga en la vida... Por lo pronto, ojalá se rompa el dedo chiquito del pie con la pata de la cama", "Yo hubiera vendido todo para que le de más rabia a esa persona, pero ps ese soy yo", son algunos comentarios.

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