Al parecer, el evento que tuvo gran afluencia de personas, no fue bien visto por algunos feligreses, que amenazaron a muerte al sacerdote. Fue el mismo párroco quien presentó la denuncia alertando a las autoridades.

De acuerdo con lo que explicó el padre Daniel Boessenbacher, le dejaron varias cartas asegurándole que no continuara con estos eventos o sufriría consecuencias.

"Un funcionario parroquial y una persona en el servicio cívico encontraron dos cartas deslizadas por debajo de la puerta el sábado", señaló a un medio francés.

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Además, le dejaron varios folletos del evento con mensajes amenazantes como "muerte", "al infierno" y otros. Además, le escribieron que "no es una iglesia, es un cabaret".

Algunas de las amenazas que recibió el sacerdote.

Incluso, en un papel pidieron la cabeza del párroco: "Debemos cortarle la cabeza porque le dio la llave de nuestra santa iglesia a esta serpiente danzante".

El padre aseguró que al evento asistieron más de 1,000 personas y que aunque fue "seductor" estuvo suave. En ese sentido comentó que es momento que la iglesia "debe continuar abriéndose al mundo".

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