Se acerca el Día del niño este 10 de septiembre en Honduras y puedes recordar tu infancia con estos 5 juegos tradicionales de Honduras; conoce esta lista para aprender a jugar los más conocidos.
Ya sea que quieras organizar un evento, enseñarle a tus hijos o recordar esos momentos nostálgicos de la infancia, los juegos tradicionales son fáciles y dinámicos.
Los juegos tradicionales hondureños no solo son de Honduras, ya que muchos países cuentan con versiones distintas de los mismos.
Incluso hablando sobre las distintas regiones del país, los nombres pueden variar dependiendo si se encuentran en el interior del país o en la zona urbana.
Dentro de Los juegos tradicionales hondureños, algunos de los más conocidos son; landa, campanitas de oro, mables, chimini cuarta, rayuela y la potra.
En esta lista podrás saber un poco de la historia de cada juego y más que todo las instrucciones a seguir para aprender a jugarlos.
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5 juegos tradicionales de Honduras
Enchute
Este juego hondureño tradicional tiene su origen en Francia, donde su nombre no es enchute sino "bilboquet", aunque algunos incluso remontan el origen de este juego desde el tiempo de los esquimales.
Este juego no solo es un juego tradicional hondureño, sino también por su historia, es un juego tradicional en muchas partes del mundo incluyendo Europa.
En Honduras se conoce como enchute y este consta de una pieza de madera que tiene amarrada con un hilo o lazo otra pieza que usualmente es una bola de madera o un palo con una punta.
La pieza principal de madera consta de un orificio en el cual se debe tratar de insertar la parte inferior del enchute.
El propósito del juego viene al enchutar ambas piezas, de ahí el origen del nombre de este juego tradicional.
Este juguete se puede comprar en tiendas artesanales en el país, comúnmente se encuentran en las tiendas del pueblo en Valle de Ángeles o Santa Lucía.
Maules o Mables
La palabra correcta a utilizar es mables, sin embargo en el léxico hondureño la mayoría se refiere a este juego como "maules".
Este juego de canicas se practica en el suelo de tierra, calles, jardín o cualquier superficie y tiene varias modalidades, ya que se podría jugar la tortuga, la rueda, los hoyitos o el 31.
En el juego pueden jugar más de dos personas aunque usualmente no pasan de seis jugadores.
Sobre la historia del juego con canicas, esta se remonta hasta la civilización egipcia, donde se encontraron bolitas dentro de la tumba de un niño cerca del Río Nilo.
Otros historiadores incluso datan de este juego con la civilización romana, en donde los inicios de estas esfera de vidrio, eran realizadas con arcilla en un inicio.
Rayuela
El juego de rayuela es muy sencillo y consta en dibujar con tiza en el suelo 10 cuadros que van intercalados, ya sea en una línea vertical u horizontal.
El punto del juego es lanzar una roca dentro de los cuadros que están numerados del 1 al 10, dependiendo de donde caiga la piedra, se debe saltar en un pie hasta recoger la roca y regresar de nuevo en un pie al inicio de la rayuela.
Las cebollitas
Las cebollitas o la cebollas, como lo conozcas, este juego definitivamente es un poco más brusco y hasta a veces agresivo; pero todo eso lo hace uno de los juegos más divertidos para jugar con amigos.
Este juego requiere de mucha fuerza, y trabajo en equipo.
Para jugarlo, debe haber un grupo de niños en una fila vertical que estén muy bien agarrados del torso del otro y el primer niño de la fila debe agarrase de un árbol o poste.
El punto de este juego es que una persona externa a la fila, debe intentar despegar a los niños de la fila una por uno, como si fuesen las capas de una cebolla.
El Trompo
Este es un juguete elaborado de madera con forma de pera invertida y en la parte inferior cuenta con una punta fina.
En el trompo se encuentra amarrado una delgada pero resistente cinta o lazo que permite enrollar el trompo en el lazo y luego lanzarlo y que este caiga en el suelo y comience a dar vueltas.
En cuanto a la historia de este juego tradicional, no hay una fecha exacta, sin embargo se data que el primer trompo encontrado es de 4000 a. C en donde el ejemplar está hecho de arcilla y no de madera.