Cuatro agentes de la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas de Honduras (FNAMP) se entregaron el sábado de forma voluntaria a las autoridades como sospechosos de haber asesinado, el 31 de mayo, a un presunto pandillero que dos días antes agredió a una agente policía en el estadio Olímpico, en San Pedro Sula, durante la final del torneo pasado entre el Real España, de quien era aficionado Wilson Pérez, y el Motagua.
Los cuatro policías asignados a la dirección Anti maras y Pandillas tenían en su contra una orden de captura emitida el jueves por un juzgado por su presunta participación en la muerte de Wilson Pérez, de 21 años.
Pérez, según la Policía hondureña, murió en un enfrentamiento con agentes Anti Maras y Pandillas, en el barrio Juan Lindo, de San Pedro Sula, norte de Honduras.
La familia de Pérez asegura que fue la Policía Nacional la que le dio muerte y exige que el crimen sea esclarecido y se haga justicia.
Los acusados son los agentes: Carlos Roberto Escobar Mejía; Armando Sauceda Santos; Bayron Patricio Zelaya Gálvez y Chelssy Patricia Sandres Hernández.
Escobar Mejía es acusado por el delito de asesinato, simulación de infracción inexistente y tortura, mientras Sandres Hernández por falsificación de documentos públicos.
Sauceda Santos y Zelaya Gálvez son sindicados por el delito de encubrimiento de asesinato.