"Puede ocurrir que, en su bondad, las personas confíen o esperen tanto de nosotros que tengamos la tentación de creernos los redentores directos en toda nuestra vida sacerdotal", pero ser "humildes nos permitirá recordar quiénes somos y cuál es nuestra función en la Iglesia", señaló el arzobispo.
En su mensaje a los sacerdotes, indicó que "ser sencillos nos guardará de la tentación de querer parecer lo que no somos o incluso de ocultar intenciones humanas en ropajes espirituales".
En esta misa Crismal, en la que participó el arzobispo emérito Óscar Andrés Rodríguez, Nácher aseguró que a los presbíteros les corresponde avisar a la comunidad cristiana "de los avatares del camino" y valoró "el cariño" hacia los sacerdotes.
Los sacerdotes han sido "llamados entre el pueblo creyente, no por nuestras cualidades, sino por la libre voluntad del Señor, que como sabemos no elige a los más capaces, sino que capacita a los que elige", subrayó.