Luego que Costa Rica se convirtiera en el primer país de Centroamérica en aprobar el matrimonio homosexual, la comunidad LGBT de Honduras no descarta flujos migratorios para poder cumplir sus intenciones de casarse.

“Todos y todas somos libres e iguales y la comunidad LGTBI aplaude este derecho”, dijo en Hoy Mismo, Erick Vidal, defensor de los derechos humanos de grupos vulnerables en Honduras.

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Vidal considera que los países de la región deben comenzar a "armonizar", ya que sería "un mandato" la decisión de Costa Rica de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.

A su vez, Vidal pidió a la Corte Suprema de Justicia que resuelva dos recursos de inconstitucionalidad que presentaron en 2019, ante la prohibición de la unión legal de parejas homosexuales.

"Podemos también empezar a reflejar flujos migratorios de personas LGBT a Costa Rica para afianzarse y tener acceso al matrimonio igualitario", y no ir a Estados Unidos o México para "acceder a esas figuras de protección", expresó.

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"Aberración sexual"

En relación al tema, el pastor evangélico, Gerardo Irías, indicó que Costa Rica "ha marcado una desgracia para la nación" al permitir las bodas homosexuales.

Irías dijo que el matrimonio solo se puede concebir entre varón y hembra, de lo contrario "es una aberración ante los ojos de Dios".

El líder religioso aseguró que como Iglesia no critican ni juzgan la orientación sexual e instó a los de la comunidad LGBT que "hay oportunidad de arrepentirse y de desistir del deseo carnal en casarse hombre con hombre y mujer con mujer".

Se trata de moralidad, sostuvo Irías, por lo que, si en Honduras se llega a legalizar el matrimonio igualitario, caerá la justicia divina en los diputados y magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

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