Un decreto es la forma fácil, soberana y segura de ratificar la actual junta directiva del Congreso Nacional sin que exista el temor de nuevas complicaciones, señaló Oliver Erazo, abogado constitucionalista y postulado a magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Con este mecanismo se evitaría "convocar a una sesión y que se abra la posibilidad que al momento de ratificar la JD (encabezada por el diputado Luis Redondo) aparezca otra y se someta a votación y se pierda la actual junta directiva".

Erazo señaló que para anular dicha probabilidad debe hacerse votar a las bancadas del Congreso Nacional para crear un decreto que legitime la junta directiva y ratifique todo lo que se aprobó durante su legislación.

Los partidos Nacional y Liberal han expresado públicamente que prestarán sus votos para ratificar a Luis Redondo; mientras Libre y PSH componen el resto de la junta por lo que se supone que no se opondrán.

"Se le da protección al nuevo proceso de selección del nuevo Poder Judicial, se le da gobernabilidad y gobernanza a la presidenta de la República (Xiomara Castro) y quedamos legalizados y legitimados todos", manifestó.

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Duda por la JD

El pasado 21 de enero en el hemiciclo legislativo la diputada de Libre Beatriz Valle presentó una moción para que su correligionario, Jorge Cálix, fuera el titular de la junta directiva provisional del Congreso Nacional, obteniendo más 85 votos, es decir superior de la mayoría calificada (65) por lo que fue juramentado provisionalmente por el ministro de Gobernación en aquel entonces, Leonel Ayala, tal como lo dicta el reglamento del Poder Legislativo.

Lo anterior provocó un zafarrancho que causó la salida de los 85 diputados que apoyaron a Cálix, seguidamente en la Cámara con menos de 50 votos a favor y siguiendo los acuerdos de la alianza Libre-PSH creada previo a las elecciones del 28 de noviembre de 2021, se eligió una directiva con Luis Redondo como presidente, juramentado por el diputado Rasel Tomé, es decir, no fue el ministro de Gobernación.

El 23 de enero, la junta directiva de Cálix fue ratificada por los votos y la juramentación de Gobernación en un club en el sector de Zambrano, ya que el hemiciclo ubicado en el centro de la capital fue tomado por simpatizantes de Libre, quienes solo permitieron el ingreso a los que respetaron el tratado de alianza.

En tal sentido, ese mismo día la directiva de Redondo fue igualmente ratificada dentro del Congreso Nacional, sin embargo, fue juramentada por la diputada, Luz Smith, actual secretaria del Legislativo.

Tras días de conflicto y una crisis política, el 7 de febrero Jorge Cálix interpuso su renuncia al igual que su junta directiva luego de llegar a un acuerdo con su partido, Libre, mismo que los había expulsado de sus filas tildándolos de traidores por no apoyar a Luis Redondo, militante del PSH.

Con este acuerdo, los disidentes volvieron a las filas del partido oficialista (excepto Beatriz Valle, que se auto catalogó independiente), mientras la presidencia del Legislativo recayó en Redondo.

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