En ese sentido, el ex jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras (FF.AA.), Romeo Vásquez Velásquez, consideró que con este anuncio se le está dando un "derecho" a los delincuentes.

"Les van a pedir que entreguen las armas, no hombre, ahí -a las cárceles- se llega con autoridad, con don de mando a poner orden en las prisiones, porque no podemos seguir con esa esquema que desde esos lugares se dan las órdenes para delinquir", dijo Vásquez Velásquez.

La situación en los centros penitenciaros es compleja, reconoce el titular de la Secretaría de Seguridad, Ramón Sabillón, al tiempo que reconoce que en las cárceles "operan nichos de poder".

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"Cada uno -grupos criminales- tiene su nicho de poder, a tal grado que legitimaban las autoridades internas, entonces, eso no debe de ocurrir. Estamos en proceso de control total", manifestó Sabillón.

De igual forma, el funcionario opinó que los últimos acontecimientos en los centros penales son respuesta a las acciones que anunció el Gobierno para poner orden en las cárceles del país.

"Hay un plan de ciertos grupos a la determinación de la presidenta de intervenir de manera fuerte los centros penales, a manera de reducir el control criminal que había y esas son las respuestas que hemos tenido", señaló.

Plan estratégico

Este martes, la Secretaría de Seguridad anunció, a través de Julissa Villanueva, un plan de intervención de los centros penales del país.

Dicha estrategia contemplará, entre otras medidas, desarme en las cárceles, bloqueos de señales telefónicas, remoción y depuración de personal penitenciario.

Asimismo, instalación de desarrollo de sistema de monitoreo y vigilancia, traslado y reubicación de los privados de libertad; y reclasificación y aislamiento de los privados con vínculos con estructuras criminales.

También abarca la evaluación y práctica de pruebas de confianza al recurso humano policial y civil, el aumento de agentes penitenciarios y policías, y la creación de un banco de privados de libertad.

'Enérgica' intervención

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció el 9 de abril una intervención de las cárceles, después de que se registraran de manera simultánea reyertas violentas en cuatro cárceles, tres de máxima seguridad.

Los enfrentamientos, que dejaron a una persona muerta y a siete más heridas, supuestamente ocurrieron entre las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18.

Actualmente son 19,538 reos en el sistema penitenciario de Honduras, según la presidenta de la Asociación de Privados de Libertad, Delma Ordóñez; en una red carcelaria compuesta por 25 prisiones cuya capacidad máxima acumulada no es más de 15 mil reclusos.

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