'Don H', Héctor Emilio Fernández Rosa, está en Indiana, en una cárcel federal de alta seguridad pasando sus días tras la sentencia de cadena perpetua.

Van tres años y tres meses desde que el juez Richard J. Sullivan le dictó cadena la pena máxima.

Pese a que Fernández Rosa apeló, el segundo circuito de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, confirmó la sentencia y el catracho seguirá en prisión de por vida.

Es en la cárcel federal Usp Terre Haute, ubicada en Indiana, que está recluido.

El paso de Don H por el mundo de las drogas sorprendió, especialmente a los pobladores de Santa Rita de Copán, lugar donde nació.

Proviene de una familia honorable, trabajadora, con recursos y era imposible pensar que se viera envuelto en el mundo del narco.

Ese fue un golpe duro para su familia. La imagen de “hombre bueno, tranquilo de familia honorable, se cayó. Nadie creía que andaba en esos negocios”, opinan vecinos.

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Su historial en el narco

Fue la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York la que destapó que Fernández Rosa era el líder de una organización de narcotráfico violenta y prolífica.

Fernández se lío con una célula de traficantes guatemaltecos y hondureños, quienes eran liderados por los hermanos Mario y Juan José León Ardón, conocido como “Juancho”.

Don H se unió a ellos para distribuir un aproximado de 5 mil kilos por año.

Fernández Rosa viajaba hasta San Marcos de Colón, en Choluteca, a cargar la droga que iba escondida en un camión de ganado y la trasladaba hasta El Paraíso, Copán.

Por cada viaje, Don H ganó entre $2 mil y $3 mil. Cuando Mario León murió, Don H, se convirtió en el administrador de Juancho León, hasta el 2008.

En total, durante sus actividades ilícitas importó aproximadamente 135 toneladas de cocaína a Estados Unidos hasta el 2014.

No obstante, entre 2008 y 2010, ayudó a traer aproximadamente 20 toneladas de efedrina a Honduras.

Se volvió el rey de la producción de metanfetamina, la que vendía a Joaquín Guzmán “El Chapo”, del Cartel de Sinaloa.

Por esas actividades ganó aproximadamente $50 millones, un dinero que se tiñó de sangre, porque le adjudicaron al menos 19 muertes, incluida la del diputado Mario Fernando Hernández Bonilla, asesinado en el 2008, en San Pedro Sula.

Don H en la política

No bastando la penetración que alcanzó Héctor Emilio Fernández pagando a policías y militares para proteger sus drogas, pensó que si instalaba un aliado como viceministro de Seguridad en Honduras tendría más apoyo en sus operaciones.

Lo logró en el 2005, según el documento que presentó la Fiscalía de Nueva York.

Según el documento, ese año “pagaron al denominado Oficial-1, más de $2 millones, bajo el entendido que ese Oficial-1, nombraría a ese aliado como Viceministro-

Pero, el Oficial 1 no cumplió su promesa a pesar de haber ganado la elección”.

Por eso buscó infiltrarse más en las instituciones militares y policiales. Solo así garantizaban que el narcotráfico tomará más auge.

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Aumentó el tamaño de los envíos, sobornos y ganancias. Don H se convirtió en el líder del narco. La efedrina fue la llave que le hizo ganar miles de millones.

Don H es recordado en Copán, el lugar que lo vio nacer y consolidarse como uno de los líderes del narco más temidos en occidente.

Consolidó su relación con el Cartel de Sinaloa, instalando laboratorios, pero también fue el inicio de su caída, la que hoy lo tiene en Nueva York de por vida.