El General Francisco Morazán es considerado uno de los próceres más importantes en Honduras e incluso de Centroamérica, ya que luchó para que estas naciones pudiesen estar unidas.

Sin embargo, en 1839 se disuelve la Federación Centroamericana y años después el político y militar hondureño murió al ser fusilado en San José, Costa Rica, luego que sus mismos hombres lo traicionaran.

Morazán falleció el 15 de septiembre de 1842, pero en su testamento, escrito antes de ser fusilado, dejó en claro su deseo de ser enterrado en El Salvador y su deseo se hizo realidad a mediados del siglo XIX.

Francisco Morazán nació el 3 de octubre de 1792. Foto: Cortesía

Durante la administración de José María Castro Madriz decretó la exhumación de los restos de Francisco Morazán a El Salvador debido a que el general se sentía emocionalmente cercano a este país.

El 11 de septiembre de 1858, La Gaceta de El Salvador publicó el siguiente titular: "Inhumación de los huesos del General Morazán".

En la actualidad los restos de nuestro prócer se encuentran en el Cementerio los Ilustres, espacio que tiene más de 400 tumbas pertenecientes a importantes familias y personajes distinguidos de la sociedad salvadoreña.

Francisco Morazán murió fusilado en San José, Costa Rica. Foto: Cortesía

¿Cómo murió Francisco Morazán?

El 11 de septiembre de 1842, se levantaron en contra de él al menos 400 hombres, quienes buscaban derrocar su gobierno. Cabe destacar que, en aquella época eran habituales los golpes de estado.

Francisco Morazán solamente tenía una guardia de 40 salvadoreños, pero aun así logró contrarrestar el ataque por 88 horas. Con la ayuda del General José Trinidad Cabañas planificó su retirada y partió a Cartago, Costa Rica.

En ese lugar, el general también tenía opositores, pero según mencionan en los documentos históricos Morazán le pidió ayuda a su amigo Pedro Mayorga, pero este también lo traicionó y ayudó para que le dieran captura.

Francisco Morazán pidió ser enterrado en El Salvador. Foto: Canal Noticias

Morazán fue capturado junto al General Vicente Villaseñor y José Miguel Saravia, además de su hijo, Francisco Morazán Moncada.

Villaseñor y Sarabia sabiendo que su castigo sería la muerte intentaron suicidarse, sin embargo, sólo este último tuvo éxito al beber veneno y acabar con su vida esa misma tarde.

Morazán y Villaseñor fueron trasladados al pabellón de fusilamiento, en donde iban a morir a eso de las 5:00 de la tarde el 15 de septiembre de 1842, pero antes de eso se les dio tiempo de tres horas para escribir su testamento.

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