Desde las 5:00 de la madrugada del lunes 7 de septiembre, el transporte público puso un alto al fluido vehicular desde el norte del país hasta la zona central.
Un fila kilométrica de automóviles se formó ante la imposibilidad de un acceso hacia Tegucigalpa, luego que los transportistas de unidades provenientes de Potrerillos, Pimienta y el sector de Yojoa no permitieran el paso como apoyo al paro nacional del transporte, protestando por la falta de apoyo en plena pandemia, además de no permitirles laborar para honrar sus compromisos.
Cientos de unidades de transporte loquearon el paso a los vehículos pero todo se desarrolla hasta el momento de forma pacífica, aunque existe el malestar de los conductores que muchos se dirigían con destino a la capital.
Miembros de la seguridad, como la Policía Nacional, dialogaron con los líderes de las protestas, pidiéndoles su colaboración con personas que deben tomar camino rumbo a la zona central y que con las cuatro horas de protesta que llevan era suficiente para hacer sentir su manifestación.
Los dirigentes prometieron comenzar a dar acceso a las 10:00 de la mañana para que las personas cumplieran con sus compromisos laborales y comerciales.
"Están dialogando y nos van a dar luz verde para el acceso a partir de las 10:00, pero estamos apoyando la causa", decía una de las líderes de la dirigencia del transporte que se encuentra en el sector de Pimienta, donde está uno de los tramos cerrados para el público.
Se espera que autoridades del gobierno de Honduras puedan alcanzar un acuerdo con los miembros de la cúpula del transporte en el país y la misma Pyubani Williams, presidenta del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT) prometió la ayuda hacia los trabajadores del transporte y se tienen más de 200 millones de lempiras aprobados para la segunda entrega de 4 mil lempiras para los operarios transportistas.
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