Una enfermera, quien por razones de seguridad mantuvo el anonimato, resaltó su difícil calvario desde que ha sido asignada a la atención de pacientes sospechosos con la enfermedad.

La entrevistada dijo al noticiero Hoy Mismo que trabaja en un centro de salud en el norte de Honduras que fue interceptada por un grupo de personas que la amenazaron con irse del lugar, porque trabaja con pacientes de covid-19.

"Iba saliendo de un turno y fui arremetida por personas que me hicieron amenazas", relató la fémina.

Además comentó que a pesar de las amenazas no ha podido irse del lugar, porque recibe la negativa de arrendadores de cuartos si se enteran que es personal médico.

Para solventar la situación la enfermera contó que los primeros días se hospedaba en la casas de algunas compañeras; sin embargo, la discriminación persiste a donde vaya.

"Muchas veces tenemos que ir a nuestro trabajo con ropa de color y con nuestro uniforme escondido".

“Nos dijeron que este tipo de denuncias no estaban atendiendo y que solo las agresiones físicas”, señaló.

Para finalizar la enfermera declaró: "cuando nos vean no nos denigren, no nos traten mal, póngase en nuestros zapatos".

Discriminaciones

Tras escuchar el testimonio de la denunciante las enfermeras Xiomara Gómez y Guadalupe Valladares en Tegucigalpa le comentaron al noticiero Hoy Mismo que “es una crueldad que no tiene nombre”.


Por lo que demandaron al gobierno hondureño que tome medidas enérgicas para proteger al personal de salud. “Póngase énfasis en ese asunto (la denuncia) para poder resolver esta situación… que culpa tienen las compañeras que ponen el todo por el todo para salvar vidas”, sentenció Valladares.

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Mientras que Gómez dijo sentirse apesarada al ver como el gremio que ayuda a los necesitados, algunas personas piensan que los van a enfermar.

Varios han sido los relatos de los trabajadores de la salud que están en la primera línea de batalla contra el nuevo coronavirus; sin embargo, a pesar que la mayoría de la sociedad los califican de héroes algunos grupos los han marginado al considerar que son un foco de infección para la comunidad.

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Este sector desde el inicio de la pandemia en el país ha reclamado ser dotados de insumos al denunciar que carecen de ellos; sin embargo, a pesar de ello, sieguen trabajando en las diferentes salas para enfrentar los casos de covid-19 y las enfermedades de base.

De acuerdo al último informe presentado por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) el país registra 1,771 y 107 muertes por la enfermedad.