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Expuestos al sol, lluvia, frío y a la humillación de sus compañeros, quienes los veían hacer sus necesidades en bolsas, así permanecían los reos mientras los exdirectores del Centro Penitenciario de Támara los torturaban.
Mariano Obdulio Pacheco y Ewart Arnaldo Padilla eran los encargados del Centro Penal, lugar donde cientos de presos sufrieron torturas y humillaciones por parte de las máximas autoridades del lugar.
Según indicó el Ministerio Público, Pacheco (exdirector) y Padilla (ex subdirector) encerraban a los presos dentro de una celda llamada "La bestia", en la que estaban expuestos a condiciones inhumanas.
Esta era una celda tipo jaula elaborada de barrotes de hierro, sin techo y de dos niveles. Allí se enviaba a aquellos presos que tenían problemas con otros compañeros de módulos, era una forma de castigo.
"Hacían sus necesidades fisiológicas en bolsa, expuestos a la vista y burla de las personas que pasaban por el sector porque solo les permitían ir una vez al día al baño", indica el reporte del MP.
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El informe se refiere a un caso en específico de cuatro reos que denunciaron los abusos por parte de los exfuncionarios, quienes fueron destituidos de sus cargos en febrero de 2022.
Los castigos y torturas ocurrieron en abril de 2021, meses antes de que se destituyera a los encargados.
Según el Ministerio Público, cuando los internos estaban encerrados en "La bestia" el subdirector de la Penitenciaria les tiró una bomba lacrimógena. Además, golpeó con tolete a tres de los privados de libertad a tal punto que le fracturó los brazos a uno de ellos.
Deben enfrentar la justicia
Luego de que se dieran a conocer los casos, el MP a través de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (FEDH) investigó los casos. Se encontró que los reos sufrieron daños psicológicos tras las torturas.
Posteriormente, presentó un requerimiento fiscal en contra de los dos exdirectores del centro penal.
A ambos se les acusa de los delitos de tortura, violación de los deberes de los funcionarios y lesiones en perjuicio de cuatro privados de libertad.
Pese al requerimiento, los imputados siguen en libertad y ni siquiera se les ha citado para que se presenten al Ministerio Público.
