El próximo 25 de enero entrañará en vigencia una ordenanza municipal que prohibirá los piropos a las mujeres en la vía pública, lo que se considerará como acoso sexual callejero, en la ciudad de La Ceiba, Atlántida, en el Caribe de Honduras.

Sin embargo, para aclarar, el regidor municipal de la alcaldía de La Ceiba, Gustavo Irias, explicó que no todo halago o piropo en la calle hacia las mujeres se considerará como acoso sexual, sino los que lleven palabras soeces hacia las féminas.

"Es una ordenanza un poco polémica porque se ha entendido mal, porque el hecho de agradar a una persona, sea hombre o mujer, es algo que gusta, pero no que vaya más allá", comenzó explicando.

"Se habla claro que solamente es por agresión sexual o acoso sexual donde sean palabras que ofendan a la mujer, que no son correctas y que las hagan sentir incomodas", agregó Irías.

El regidor municipal explicó que el espíritu que conlleva la ley es la protección de la dignidad de la mujer para que puedan transitar tranquilas por las áreas públicas y que no se sientan en peligro.

La ordenanza municipal entrará en vigencia como parte de una campaña en vísperas de la celebración del Día Nacional de la Mujer en Honduras el próximo 25 de enero.

El Departamento de Justicia Municipal deberá velar por el cumplimiento de la ordenanza y la imposición de las multas que irán desde medio salario mínimo en adelante.

Actualmente, el salario mínimo en Honduras ronda, en promedio, los 11,276 lempiras.

"Ese es el espíritu de la ley para que no pase a más y que la mujer ceibeña y de todo Honduras se sienta segura; esperamos que se pueda aplicar en otras ciudades del país", cerró Irías.

Según la Real Academia, un piropo es un "dicho breve con que se pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer".

"Una puerta a la tolerancia"

De su parte, Belinda Rodríguez, integrante de la Red de Violencia contra la Mujer y las Niñas y una de las impulsadoras de la ordenanza municipal, explicó que el acoso sexual callejero es "una puerta a la tolerancia" que conlleva, en varios casos, al abuso contra mujeres y niñas.

"Hemos venido impulsando esta ordenanza contra el acoso sexual callejero porque es una solicitud de mujeres y niñas que nos han dicho que el acoso sexual callejero es una de las puertas para la tolerancia y la permisividad del abuso contra mujeres y niñas", comentó Rodríguez.

Aseguró que han recibido muchas denuncias de busos y violaciones que quedan en la impunidad o escondidos a lo interior de las familias y que generan mucho trauma y daño social contra las mujeres.

En ese sentido, Gustavo Irias indicó que "según los estudios de las redes de mujeres, un acoso conlleva a otro, hasta el hecho de violaciones, principalmente en barrios y colonias donde ya hemos recibido algunas denuncias".

Por ello, explicó que la ordenanza va encaminada a apoyar los programas de convivencia y seguridad ciudadana y de igual manera a la protección de la dignidad de la mujer.

Origen de los femicidios

"Las reacciones contra esta normativa no nos benefician porque la intención no es dañar a alguien, porque ni siquiera una multa por muy alta que sea puede compensar el daño que se le hace a una niña o a una mujer midiendo el trauma que genera y que muchas veces se tolera y se permite el abuso y la agresión que termina en femicidios", concluyó Rodríguez.

En los primeros 16 días del 2023, Honduras reportó la muerte violenta de 18 mujeres, lo que se traduce a una mujer asesinada cada 21.3 horas, de acuerdo a datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).

Durante el 2022, según el Observatorio de la Violencia, se reportaron 284 femicidios; es decir, en promedio un femicidio cada 28 horas.

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