Pese al confinamiento y los casos confirmados, la pandemia del coronavirus ha venido a dar un respiro a algunos sectores de la población hondureña, ya que según las autoridades se ha reportado una reducción en los índices de homicidios a causa de los toques de queda implementados a nivel nacional desde hace casi dos meses.

En Honduras, desde que empezó la cuarentena el 16 de marzo "se ha alcanzado la reducción de 217 homicidios, en comparación con el año 2019", aseguró el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, según detalla la agencia AFP.

De acuerdo con Pacheco, en abril pasado se registró una disminución de 157 homicidios con relación a abril de 2019, y 38 en la primera semana de mayo.

Los patrullajes

Con una población de más de 9 millones de habitantes, Honduras cerró 2019 con una tasa de homicidios de 44.7 por cada 100 mil habitantes, equivalente a seis veces el promedio mundial de 6.1 por 100 mil, según Naciones Unidas.

Jair Meza, portavoz de la policía hondureña, añadió que ese cuerpo de seguridad ha mantenido patrullajes para garantizar el toque de queda y reprimir manifestaciones en barrios y colonias pobres del interior del país, que salen a bloquear calles en demanda de alimentos.

"En zonas de riesgo, donde hay bastante pobreza, han salido a hacer manifestaciones y eso hace que aumenten los focos de infección", comentó Meza.

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La extorsión

El dirigente de los transportistas hondureños, Jorge Lanza, dijo a la AFP que los pandilleros han desistido de las extorsiones por primera vez desde que empezaron, hace una década, aunque el transporte público no está trabajando por las restricciones oficiales.

Los extorsionadores "no nos han vuelto a llamar y esperamos que no lo vuelvan a hacer", abogó Lanza, quien agregó que se pagan cerca de 500 dólares mensuales de "impuesto de guerra" a las pandillas por cada uno de los mil 500 buses y 8 mil taxis que prestan servicio en Tegucigalpa.

Violencia intrafamiliar

Pero, mientras baja la criminalidad, sube la violencia doméstica e intrafamiliar por el encierro en los hogares, según el Ministerio Público.

En Tegucigalpa, capital hondureña, y San Pedro Sula, "lo que más se está denunciando es violencia doméstica y violencia intrafamilar, se reciben de 15 a 20 denuncias al día y de tres a cinco es con detenciones, la mayoría de veces es el hombre", afirmó a la AFP el portavoz del MP, Yuri Mora.

Mora indicó que en condiciones normales no pasan de ocho denuncia diarias por agresión.

Una de las más polémicas denuncias que salió a la luz pública hace unos días fue la del futbolista hondureño Rubilio Castillo, delantero de Motagua, quien fue denunciado por su esposa tras haberla golpeado.

El jugador se presentó ante las autoridades y deberá cumplir con trabajo comunitario, barriendo las calles del Distrito Central durante dos meses.

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