Honduras-Brasil. ¿Qué efectos producirá en la relación con el gane de Lula Da Silva? Es la pregunta que se hacen los hondureños.

Si bien, la derecha fue derrotada en Brasil, ¿qué beneficios puede obtener Honduras
del Gobierno del recién electo presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que de nuevo comanda una de las economías más grandes del mundo?

Analistas hondureños opinan que pueden cristalizarse proyectos que habían sido acordados entre Lula y el expresidente Manuel Zelaya Rosales en el 2006.

Pero también están conscientes de que Lula llegará a gobernar con un país dividido y que deberá resolver sus problemas internos antes de pensar en ayudar a países
como Honduras.

“La relación Honduras-Brasil no ha sido muy cercana en el mandato de Jair Bolsonaro.

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Brasil tiene bastantes problemas para pensar que puede enfocarse hacia más allá de sus fronteras”, expresó a tunota el experimentado analista en temas internacionales, Graco Pérez.

Sin poderío Brasil

Para Pérez, Brasil, con sus problemas internos, no está en posición de proyectar su poderío en política exterior hacia la región latinoamericana, donde hay una reconfiguración marcada hacia la izquierda.

Brasil no está en su mejor momento. Se fortalece la izquierda, pero habrá que ver cómo pese a los problemas internos, se proyecta a la región. Si no tienen la capacidad o recursos, por más que quieran no lo podrán hacer”, advirtió el analista.

Pérez dijo que Brasil debe ordenar primero la casa, para luego conceder apoyo a países que puedan solicitárselo.

“Queda un país bien dividido y va a ser complicado para ellos, por lo que Lula tendrá que concentrarse en sus problemas y luego ver qué puede ocurrir", concluyó.

“Pueden reactivarse acuerdos”

Desde el enfoque del excanciller Milton Jiménez Puerto, el triunfo de Lula hay que verlo con optimismo y puede ser beneficiosa la relación Honduras-Brasil.

Considera que la relación cercana que mantiene con la presidenta Xiomara Castro y con Mel, ayudará para reactivar los acuerdos que quedaron pendientes luego del
Golpe de Estado en el 2009.

“Cuando Brasil estaba gobernado por Lula y en Honduras Manuel Zelaya era presidente, habían muchos acuerdos de apoyo para construcción. Por ejemplo, las
represas Jicatuyo y Llanitos”.

Pero, según Jiménez, todo quedó interrumpido y no se llevó a cabo. Además, explica a tunota que también había un acuerdo para una refinería en Trujillo.

“Se querían elaborar productos sintéticos de los derivados del petróleo y exportarlos al mercado estadounidense como si fueran productos hondureños.

Habían acuerdos para inversiones fuertes en maquilas, pero se interrumpieron por el Golpe de Estado”.

El excanciller recalca que la victoria de Lula será beneficiosa para Honduras, porque con la amistad personal entre ambos gobernantes, una cooperación es viable.

Nueva izquierda

El abogado Jiménez Puerto dijo que llega una nueva izquierda a América Latina y que ésta es. "Más pragmática y que privilegia aspectos de carácter económico y que más bien la potencia con una óptica de dignidad y soberanía".

“Son gobiernos que se plantean preservar o mejorar las inversiones tanto internas e internacionales. Es una izquierda menos ideologizada y más política en el sentido pragmático”, señaló.

Con el triunfo de Lula en Brasil, ya se habla de Perú, Bolivia, Chile, Colombia, Argentina, Venezuela, Cuba, Nicaragua y Honduras como países con modelos socialistas o intentos de implementarlo.

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Sin embargo, otros analistas critican que las acciones de estos países son incongruentes con posturas de las que se enorgullecen.

Por ejemplo, cuando les toca votar en la ONU contra las violaciones de los derechos humanos que sufren en Nicaragua y Venezuela, lo que hacen es abstenerse.

Por ahora la relación Honduras-Brasil genera esperanzas para algunos sectores, otros creen que Brasil no apoyará al país tan pronto, en tanto no resuelva sus problemas internos.